La séptima sesión del juicio por el presunto fraccionamiento de contratos en la Institución de las Letras Catalanas (ILC), en el que la líder de Junts, Laura Borràs, está acusada de prevaricación y falsedad documental, ha arrancado con las declaraciones de tres agentes del grupo de delincuencia tecnológica de la Guardia Civil, que han asegurado que el contenido de los discos duros relacionados con el caso -incautados por los Mossos d’Esquadra- no se ha alterado.
En respuesta a las preguntas de la Fiscalía, los peritos de la Benemérita han señalado que los agentes nunca trabajan sobre la información original, sino que lo hacen sobre un clonado de los archivos originales para evitar que se puedan alterar. En este sentido, han defendido la tarea de volcado de la información de los discos duros y han afirmado que la copia es idéntica a la original obtenida por los Mossos.
El abogado de Borràs, Gonzalo Boye, ha cuestionado que los agentes de la Guardia Civil hayan extraído los datos de los discos duros con garantías, y les ha preguntado cómo pueden demostrar que los clones sobre los que se trabaja son iguales al archivo original. El juez Jesús María Barrientos, sin embargo, ha interrumpido a Boye y le ha advertido de que «no consta» que los peritos informáticos de la Guardia Civil «no hayan protegido la integridad» de los datos volcados.
