El pistoletazo de salida de la campaña para las elecciones del 12 de mayo en el Parlament de Catalunya ha estado marcado por el periodo de reflexión de cinco días anunciado ayer por sorpresa por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a raíz de la investigación judicial contra su mujer por tráfico de influencias.
Los ocho partidos con representación en el hemiciclo de la legislatura ya caducada se han referido al tema, algunos para apoyar al jefe del ejecutivo estatal, otros para reprocharle victimismo y tacticismo político.
El PSC ha recordado que los presidentes «se escogen en las urnas y no en los despachos», mientras que ERC ha acusado Sánchez de «flaquear» y Junts ha advertido que para afrontar el embate del aparato del Estado se tiene que venir «llorado de casa».
