Miles de personas se han manifestado este miércoles en Barcelona contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga a las escuelas catalanas a dar un 25% de las clases en castellano, una protesta que ha coincidido con la huelga convocada por los sindicatos de docentes contra las políticas del Departamento de Educación. A diferencia de las anteriores jornadas de huelga, esta convocatoria no ha contado con el apoyo de CCOO ni de UGT, sino que ha sido secundada por los sindicatos USTEC-STEs, Intersindical, Coordinadora Obrera Sindical (COS), Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC) y Asociación de Estudiantes Progresistas (AEP).
Según los datos del Departamento de Educación, la huelga contra el 25% de castellano ha tenido un seguimiento minoritario del profesorado en comparación con las movilizaciones de la semana pasada: sólo ha sido secundada por un 6,5% de los docentes de los centros públicos y por un 4,21% en el caso de los concertados. En cuanto a la cifra de asistentes, la convocatoria ha reunido a unas 7.500 personas según la Guardia Urbana, mientras que a la del martes de la semana pasada acudieron unas 22.000.
La manifestación, bajo el lema «La pública es en catalán», ha comenzado en plaza Urquinaona y, tras realizar un primer parón en el edificio de la Policía Nacional de la Vía Laietana, se ha dirigido al Parlament. En declaraciones a los medios, la portavoz de USTEC, Iolanda Segura, ha lamentado el «marketing y postureo» de Educación y ha acusado al Departamento de aplicar el 25% de castellano de forma camuflada en referencia al nuevo decreto anunciado este martes por el consejero Josep Gonzàlez-Cambray. En este sentido, Segura ha considerado que la normativa del Govern para hacer frente a la sentencia del TSJC deja al personal docente «desprotegido» ante las ofensivas judiciales.
Por su parte, el representante de la Intersindical Bernat Pèlach ha exigido a Educación que «asuma sus responsabilidades» y que garantice la inmersión lingüística, la cual asegura que no se cumple en muchos centros, así como la elaboración de un plan lingüístico único que no deje esta cuestión en manos de la dirección de las escuelas. Cati Morros, de COS, ha criticado el apoyo del Govern a la huelga y ha señalado que no se movilizan para «pedir apoyo», sino para «pedir que se desobedezca la sentencia del 25% y haya garantías para proteger y cubrir a los que sí estamos dispuestos a luchar por nuestra lengua».
En nombre del SEPC, Marta Daviu ha advertido que los estudiantes no se quedarán de brazos cruzados y ha llamado a iniciar un ciclo de movilizaciones. La joven ha estimado el seguimiento de la huelga en un 90% en los institutos y entre un 80 y un 85% en las universidades.
