Los payeses de Manresa, al «límite» por la sequía: «Si no baja agua, la huerta está muerta»

El sector primario critica la gestión hídrica y lamenta que la agricultura y la ganadería son los más damnificados

La huerta de Manresa (ACN)

Manresa tiene en su término municipal unas 400 hectáreas de regadío y muchas familias viven de la actividad de la huerta. Los payeses, sin embargo, hace tiempos que se quejan de la «mala gestión» que se está haciendo del agua y aseguran que las nuevas medidas de restricción que se aplicarán con la declaración de emergencia en el sistema Ter-Llobregat los llevarán a una situación «límite». Enric Casasayas, de la explotación Les Arnaules, recuerda que tienen una concesión por el regadío de 800 litros por segundo, pero que el año pasado se redujeron a 60: «Si no baja agua, la huerta está muerta», lamenta.

En Les Arnaules -la explotación que dirige-, ya hace tiempo que están aplicando medidas de reducción del consumo de agua como el riego por goteo o la acumulación de agua en las balsas, pero lamenta la gestión que se hace. «La gestión del agua en la Séquia es la misma que hace 700 años, pero los regantes somos muy diferentes. Se da la misma cantidad de agua a alguien que gestiona seis hectáreas que a una persona que tiene un huerto de 100 metros cuadrados«, explica Casasayas.

Ante esto, Casasayas considera que si no se hacen cambios en la gestión hídrica están «condenados a muerte», y señala que «en el área metropolitana quizás tendrán agua regenerada o desalada, pero en las cuencas internas, en la Cataluña interior, no tendremos agua». «De momento lo pagaremos el campesinado y la ganadería, pero no nos engañemos, cuando lo pagamos nosotros, ya lo paga toda la sociedad«. En este sentido, avanza que seguramente tendrán que plantar menos y reducir producción.

De la misma opinión es Gemma Solà, que cultiva huerta en la zona de regadío del Poal. Critica, sobre todo, «la incertidumbre» con la que tienen que vivir y lamenta la «poca coordinación» que hay. «Todos somos conscientes de que si no llueve no hay agua y no nos la podemos inventar, pero sí que podría haber más gestión y coordinación. Yo necesito saber qué día abrirán el agua para poder planificar cuándo tengo que plantar», explica. Solà también cree que la agricultura y la ganadería están haciendo un esfuerzo más grande que otros sectores y cree que falta «mucha sensibilización» a todos los niveles.

También cree que el gobierno catalán está tomando decisiones individualizadas para cada sector y considera que tendría que tener una visión más amplia: «El agua es un bien que necesitamos todos, es transversal, por lo tanto, se tendrían que tomar decisiones transversales». «El agua nos afecta a todos, de arriba a abajo, y de derecha a izquierda, y la sensación que tenemos es que van improvisando», lamenta Solà.

Desde Unió de Pagesos (UP) constatan que hay «mucha preocupación» en el sector agrícola y ganadero y critican que se quieran imponer restricciones de agua que llegan al 50% en el caso de la ganadería y al 80% en el agrario. «Si a una persona que tiene huerta le dicen que solo puede regar un 20%, ¿qué tendrá que hacer? Es imposible plantar en estas circunstancias», lamenta el coordinador de UP en el Bages, Josep Guitart, que recuerda que el sector primario ya está tomando medidas para reducir el consumo de agua y cree que «hace mucho tiempo que se están haciendo las cosas bien hechas».

(Visited 58 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

avui destaquem

Deja un comentario