El Gobierno de la Generalitat ha declarado este jueves la emergencia en el sistema Ter-Llobregat, después de haber convocado de forma urgente a la Comisión Interdepartamental de Sequía. Los embalses de este ámbito cayeron por primera vez por debajo de los 100 hm³, el umbral marcado para declarar la primera fase de emergencia según el Plan Especial de Sequía, y las reservas están ahora al 16,3%.
La entrada en esta fase comporta que se intensifiquen las restricciones de agua, que pueden llegar a afectar al ámbito doméstico, ya que se establecerá un tope al consumo de un máximo de 200 litros de agua por persona y día. Sin embargo, serán los ayuntamientos quienes impongan las restricciones a los ciudadanos para los usos domésticos. Las medidas afectarán a un total de 202 municipios y unos 6 millones de personas de Barcelona y Girona que forman parte de la unidad hidrológica del Ter-Llobregat.
Entre las medidas que entrarán en vigor con la nueva fase se encuentran la reducción de la dotación de agua por habitante y día a 200 litros, la restricción de un 80% a los usos agrícolas, un 25% a los usos industriales y un 25% a los recreativos.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha justificado la declaración de emergencia indicando que «nunca se ha registrado una sequía tan larga ni de tanta intensidad» y que, pese a los esfuerzos de los ayuntamientos y los sectores económicos, la falta de lluvias les obliga a aplicar restricciones.