El Sindicato de Inquilinas de Cataluña, la Asamblea de Vivienda del Raval, Raval Rebel, la Asamblea Libertaria de Vallcarca, el Sindicato de Vivienda de Cassoles y el Espacio Comunitario La Fusteria han respondido este viernes a los ataques de Desokupa, la ultraderecha y la campaña electoral de estas municipales contra la okupación. En una rueda de prensa a las puertas del Centro Social Anarquista de Can Vías (Barcelona), los colectivos en defensa del derecho a la vivienda han lamentado que esta campaña «difamatoria» deje al margen «el problema real de la ciudad: la especulación en la vivienda».
«Si se ha demonizado a la okupación, es porque constituye un ataque directo a la propiedad privada y a la impunidad de quien mantiene viviendas vacías en medio de una crisis de la vivienda», señalan los colectivos en un comunicado de prensa, en el cual lamentan que «desde determinados medios de comunicación y determinados partidos políticos, se ha generado una alarma social sobre la okupación como si fuera uno de los problemas más graves que afectan a la sociedad». En este sentido, señalan que, según datos del Ayuntamiento de Barcelona, la okupación disminuyó un 18% en la ciudad en 2021.
«Mientras tanto, llevamos ya 300.000 desahucios» en Cataluña «desde 2013, sin que se les de el mismo trato preferencial», añade el comunicado, que considera «evidente» que «algunos medios manipulan la información, minimizando e invisibilizando las problemáticas reales de la vivienda a través de la cortina de humo de la okupación». «Está claro que todo el mundo querría poder acceder a una vivienda de forma regulada. Vivir okupando significa vivir en la inestabilidad absoluta: es una situación dura y precaria, a la cual muchas familias y personas tienen que recurrir cuando ven que no pueden llegar a fin de mes o que, por racismo institucional e inmobiliario, no pueden acceder a un piso. Y la situación no va a mejor», manifiestan los colectivos.
En la rueda de prensa, los activistas por el derecho a la vivienda también han criticado la manifestación convocada este jueves por la empresa Desokupa, con vínculos con la ultraderecha, la cual tenía como objetivo «incitar al odio» y «criminalizar las okupaciones», y han lamentado que la campaña de las elecciones municipales de Barcelona se haya centrado también en este asunto.
