El 97,7% de las ocupaciones que se denunciaron el pasado año en Cataluña fueron en pisos vacíos o deshabitados, y sólo el 2,3% se trataban de la primera o segunda residencia de alguien. Así lo informan los datos del Departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña a los que ha tenido acceso Ser Catalunya, y han señalado que el año pasado se denunciaron en total 6.863 ocupaciones, casi una por hora.
En cuanto a los pisos habitados, se ocuparon 159 viviendas, de las cuales el 40% eran segundas residencias, concentradas principalmente en las comarcas de Girona y Camp de Tarragona. El resto, 97, eran domicilios habituales. El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ha declarado en la Ser que «en estos casos se actúa inmediatamente porque estamos dentro del caso de la flagrancia, es decir, la autoridad policial puede sacar a la persona de forma inmediata, y los ocupantes son expulsados de su domicilio». Asimismo, ha asegurado que «la leyenda urbana que hace correr a la derecha intentando convencer a la opinión pública de que si vas a comprar el pan te ocuparán la vivienda es una falsedad».
El consejero ha declarado que hay un problema de vivienda y que hay muchos pisos vacíos, la mayoría consecuencia de la crisis que estalló en 2008. «A partir de ahí hay muchas ocupaciones, algunas de carácter social, y otras de carácter delictivo que generan problemas de convivencia. En éstas debería haber una mayor claridad desde el punto de vista legislativo que permita a la autoridad policial y judicial actuar».
Además, Elena ha resaltado la dejadez de los grandes tenedores: «Muchos no denuncian las ocupaciones que, en muchos casos, son delictivas, y no asumen la responsabilidad de gestionar estos pisos. El Estado debería ser mucho más contundente en vez de ir recurriendo leyes catalanas que intentan regular todo esto», ha remachado.
