Los planes del Gobierno de Andorra en la presente legislatura, que concluirá en 2019, plantean un país mucho más convencional en cuanto a las relaciones con las grandes instituciones financieras internacionales.
Según ha explicado el ministro de Finanzas, Jordi Cinca, el Ejecutivo que encabeza Toni Martí estudiará la adhesión andorrana al Fondo Monetario Internacional (FMI) y buscará una vía para tener acceso al Banco Central Europeo (BCE). Con estas dos maniobras, según ha declarado, quieren poder disponer de «recursos de última instancia» para afrontar mejor futuras complicaciones como las generadas por el escándalo de la Banca Privada de Andorra (BPA).
Precisamente, Cinca señala que «el asunto BPA puede acabar condicionando todo el plan de actuaciones del ministerio».
El titular de Finanzas ve al FMI «más fácil de abordar» porque el BCE «tiene unas características muy especiales y nosotros no somos hoy por hoy un país del euro ni emisor de euros». Con todo, piensan explorar ambas vías.
