El Gobierno de España ha lamentado este miércoles a la decisión de un juzgado de Madrid de abrir diligencias por presunto tráfico de influencias contra Begoña Gómez, mujer del presidente Pedro Sánchez, y, en palabras del ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, lo consideran «una denuncia falsa más». El líder del grupo socialista en la cámara baja, Patxi López, también se ha referido al asunto y ha lamentado que la decisión judicial obedezca a una estrategia de acusación «sin ninguna prueba» pensada solo para «ensuciar y difamar». «Estoy harto», ha manifestado López en declaraciones a la prensa.
Desde el Congreso, fuentes de la cúpula del gobierno central han admitido este mediodía que la cara triste que Sánchez hacía al llegar y al irse del hemiciclo respondía a su estado de ánimo ante las informaciones sobre su pareja, surgidas de una denuncia de Manos Limpias. Consideran, pero, que no tendrá recorrido legal: «Es una denuncia falsa que no va en ninguna parte», han remarcado desde el entorno del presidente español.
En la Moncloa opinan que el procedimiento bebe de un montaje y lamentan que el PP se haya sumado traspasando «una línea» que hasta ahora no se había cruzado, como es hablar de las parejas de los presidentes. A pesar de que el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, no se ha referido directamente al caso en sus preguntas a Sánchez en la sesión de control, sí que lo ha hecho otra dirigente de Génova, Esther Muñoz, que ha pedido a Sánchez que comparezca y explique qué hay de cierto en las acusaciones contra Gómez.
