La votación de la tramitación de la proposición de ley contra el terrorismo jihadista este martes en el Congreso de los Diputados ha expuesto la grieta entre Convergència i Unió. Ha sido la primera vez que cada partido que forma la federación ha elegido una opción diferente sin haber pactado antes en ese sentido: los ocho diputados convergentes se han abstenido, mientras que los seis de Unió, entre ellos Josep Antoni Duran i Lleida, han votado a favor de una iniciativa subscrita por PP y PSOE que ha totalizado 291 votos favorables. CDC y UDC sólo habían votado por separado asuntos de carácter moral, como el aborto o los matrimonios entre personas del mismo sexo, pero aquellas divergencias eran conocidas y aceptadas en el sí de la federación.
Divergencia y ¿desunión?
Este martes, en cambio, Duran ha asegurado que tenían un acuerdo previo para votar juntos y que «es un hecho grave». CDC, por su parte, ha explicado que el acuerdo no existía, sólo un compromiso de no oponerse a la iniciativa antijihadista y que «no oponerse no significa avalar el contenido del texto», según Jordi Jané.
La votación diferenciada desautoriza a Duran como portavoz parlamentario, ha dicho la diputada en el Congreso y miembro de Unió Montse Surroca, que invita a preguntar a CDC por su ‘desmarque’, que considera contrario a la decisión de la ejecutiva de CiU.
Este miércoles saltan chispas del intercambio de declaraciones entre miembros de los dos partidos y en las tertulias que comentan la ‘jugada’.
