Menos que un club

Fue Narcís de Carreras quien, el 17 de enero de 1968, pronunció por primera vez la celebrada frase més que un club refiriéndose, obviamente, al FC Barcelona. Lo hizo durante el acto de toma de posesión, después de ser elegido presidente de la entidad: “Vengo con todo ese entusiasmo que usted puede pedir porque el Barça es más que un club de fútbol, el Barça es más que un puesto de esparcimiento donde los domingos vemos jugar a un equipo, más que todas las cosas es un espíritu que llevamos muy arraigado, son unos colores que amamos por encima de todo”. Pero el auge de la frase vendrá después, en 1973 cuando Agustí Montal, sucesor de De Carreras, la utilizó como eslogan electoral durante una campaña de reelección: El Barça es «algo más que un club de fútbol».

De Carreras primero, y más tarde Montal, convirtieron la ocurrente frase en un eslogan que se ha convertido en el leitmotiv (del alemán, motivo conductor) del Barça a lo largo de su historia. Haya jugado mejor o peor, haya ganado más o menos títulos, el més que un club expresa la pretensión de trascender la condición de club de fútbol para ser la institución deportiva más representativa de Cataluña y uno de sus mejores embajadores, y asimismo, postularse como firme defensor de los derechos y libertades democráticas. Un espíritu que se edifica en ámbitos como La Masia o la Fundació Barça, pero también en el día a día de la entidad.

Todos aplaudimos cuando en 2006, en su primera etapa como presidente del Barça, Joan Laporta estampó por primera vez en la historia del club un logotipo en el frontal de la camiseta del Barça, el de Unicef, reforzando así el eslogan més que un club. El club aportaba 1,5 millones de euros al año para ayudar a los jóvenes con el poder del deporte. Después, el propio Laporta criticó que su sucesor en el cargo, Sandro Rosell, sustituyera a la entidad solidaria del frontal de la camiseta por Qatar Foundation, relegando a Unicef a un segundo plano. Con el mismo fervor que aplaudíamos el gesto de Laporta de entonces le silbamos ahora después de conocer el comunicado que la entidad, que vuelve a presidir, ha hecho público ante la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí. «Se recomienda tener respeto y prudencia en los comportamientos en público y demostraciones de cariño», destaca el comunicado del club, que avisa de que «el comportamiento indecente, incluido cualquier acto de carácter sexual, podría tener consecuencias legales para los extranjeros» y que también pueden ser motivo de sanción «las relaciones entre personas del mismo sexo y las muestras de apoyo al colectivo LGBTI, también en las redes sociales». Unas recomendaciones que chocan frontalmente contra los valores del club, el famoso més que un club. Es triste que el deporte, en este caso el fútbol y el Barça, se convierta en cómplice de una dictadura que atropella los derechos humanos. Todo, como siempre, por un puñado de billetes. Un poderoso dinero que convierte al Barça en menos que un club.

Poderoso Caballero es don dinero, escribía Francisco de Quevedo

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