La consejera de Economía y Hacienda de la Generalitat, Natàlia Mas, se ha mostrado preocupada por la oferta de adquisición pública (OPA) del BBVA al Banco Sabadell, que ha considerado «mala» para Cataluña porque supondría «una reducción drástica de la competencia» resultando en «la concentración bancaria más alta de Europa». En una entrevista concedida este jueves en RAC1, la titular de Economía ha recordado que ahora mismo la concentración en España ya es de las más altas de la zona euro, solo superada por la de Chipre. Además, encuentra que esta operación «no tendría que obtener los avales de la competencia».
Por todo esto, la Generalitat ha reclamado este jueves por carta a la Comisión Europea y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que evite que la OPA salga adelante. Como la administración catalana no tiene competencias para impedir la operación, ha decidido hacer una llamada de alerta a las autoridades europeas y españolas. En este sentido, Mas ha celebrado que el Gobierno de España se haya añadido al rechazo de la operación.
La consejera ha alertado de «implicaciones negativas» de la fusión forzada, que prevé que comportaría «destrucción de puestos de trabajo y pérdida de poder económico para Cataluña», además de poca remuneración de los depósitos, menos opciones de préstamos y más encarecidos. «No hay precedentes recientes de adquisiciones bancarias con este método, todo han sido procesos negociados», ha señalado Mas, que ha considerado que una OPA como esta «sería perjudicial para el interés público».
La titular de Economía ha avisado de que en el territorio catalán «técnicamente ya hay un oligopolio en el sector bancario que se agraviaría todavía más si se hiciera efectiva» la compra forzada. De hecho, ha destacado que Cataluña sería la región europea con más concentración bancaria. Concretamente, según los cálculos del gobierno catalán, la entidad que saldría de la operación controlaría el 34% de las sucursales catalanas. Además, si fructifica la OPA hostil, los tres potenciales grandes bancos –CaixaBank, BBVA y Santander–, tendrían una cuota de mercado del 85% de las oficinas.
