¿Por qué Xavi aún debe ganarse una renovación más allá de 2025?

Xavi Hernández

La continuidad de Xavi Hernández en el banquillo del FC Barcelona sigue dependiendo de si el equipo supera esta vez el frustrante y desprestigiado bajo nivel exhibido en las competiciones europeas. Para la directiva, que ha conseguido ficharle nada más y nada menos que dieciséis jugadores en un año y ocho meses, y resetear el equipo que heredó de Koeman -eso sí con Araujo, Pedri, Gavi y Balde ya encajados-, Xavi debe demostrar su capacidad para aprobar esa asignatura pendiente después de haber protagonizado en una temporada y media cuatro eliminaciones sonadas, dos en la primera liguilla de la Champions y dos en la Europe League, quizá aún más decepcionantes.

Por eso, aunque se ha especulado estos días con que Xavi tenía atada su renovación hasta el final del mandato de Joan Laporta, a 30 de junio de 2026, otras fuentes bien informadas han enfriado esta euforia sobre la duración del nuevo contrato de Xavi y de su amplio equipo de trabajo. Las misma fuentes otorgan, como no podía ser de otro modo, la máxima confianza en el actual entrenador por parte de Joan Laporta y no niegan que su renovación será efectiva en breve, a menos que no acepte estirar su relación contractual por una temporada más, hasta la 2024-25. Es decir, una ampliación de mínimos.

En las negociaciones, la junta esgrime razones de fair play financiero para ir estirando el momento de abordar el cierre y el pulido definitivo de una propuesta sobre la mesa de 30 millones planteada por Xavi el pasado verano, cuando se sentía mucho más fuerte que ahora tras ganar la Liga, y tras sentirse arropado por el staff técnico, en aquel momento integrado por Mateu Alemany y Jordi Cruyff.

El escenario ha cambiado bastante en apenas unos meses. Ahora manda Deco, facilitando que Laporta pueda escudarse una postura más distante sobre Xavi y limitada a seguir las instrucciones del nuevo director técnico, indudablemente bajo el control de Jorge Mendes, que ha conseguido imponer su criterio e intereses alejando a Abde, Ansu Fati y Èric Garcia, con los que Xavi contaba, y forzando la llegada de Joao Félix, al que no quería en su plantilla.

Xavi, es evidente, ha perdido este primer pulso y se juega su futuro, más allá del sinsentido que este momento su compromiso está limitado al 30 de junio próximo, en el intento de convencer a Deco de su talento para hacer jugar este equipo mucho mejor y más regularmente que hasta ahora, y, desde luego, conducirlo bastante más allá de la primera fase de la Champions que el sorteo le ha facilitado superar en un 90%. Xavi lo tiene bien para renovar. Pero no tan fácil como para firmar por más de un año, por ahora.

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