El Parlamento europeo aprobó, en su última sesión antes de las elecciones del próximo mes de junio, una resolución en la que denuncia las reuniones que Carles Puigdemont mantuvo, siendo presidente de la Generalitat, con emisarios del gobierno ruso de Vladimir Putin en octubre de 2017. Además, propone que el Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas de Helsinki investigue la trama rusa del proceso independentista catalán.
Estas decisiones forman parte de la resolución aprobada el 25 de abril «sobre las nuevas acusaciones de injerencia rusa en el Parlamento europeo y en las próximas elecciones europeas y repercusiones para la Unión». La resolución revisa todas las informaciones relacionadas con injerencias rusas en los procesos políticos y electorales de diferentes países europeos. Trata de casos recientes como la publicación del cobro por parte de diputados del partido de extrema derecha Alternativa por Alemania de dinero para difundir propaganda del Kremlin hasta casos más alejados en el tiempo como la injerencia rusa en el proceso independentista en Cataluña.
En los «considerandos» de la resolución se dice que «a través de sus contactos y relaciones, Rusia pretende crear una influencia política y económica para desestabilizar la democracia en la Unión» y que «informes periodísticos han descubierto la existencia de contactos entre algunos secesionistas de Catalunya, que llegaron a celebrar una reunión entre el ex-diplomático ruso Nikolái Sadovnikov y el entonces líder separatista y ex-presidente de Catalunya, hoy diputado en ejercicio Carles Puigdemont, en Barcelona” poco antes de la celebración del referéndum del 1 de octubre de 2017. Este texto es el resultado de una enmienda presentada por Ciudadanos, a través del grupo de Renew Europe, a la que se opusieron los eurodiputados de JuntsxCat, ERC, PNV y Podemos. Sorprendentemente, todos los eurodiputados españoles votaron a favor del texto entero; es decir admitieron, en la resolución que Puigdemont tuvo contactos con el Kremlin.
La resolución del Parlamento europeo recoge también las acusaciones de espionaje pro-ruso de la eurodiputada letona Tatjana Zdanoka. Zdanoka participó como observadora internacional del referéndum por la integración de Crimea en Rusia en 2014 y en el referéndum de 2017 sobre la independencia de Catalunya. En el referéndum catalán fue invitada por el entonces conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva. En diciembre de ese año intentó visitar a los independentistas que estaban encerrados en la cárcel de Estremera. Participó en numerosas actividades e iniciativas favorables a la independencia de Catalunya y, por ejemplo, firmó junto a Carles Puigdemont y otros eurodiputados una iniciativa sobre lenguas minoritarias presentada en el Parlamento europeo. El 4 de abril de 2022 fue expulsada del grupo parlamentario Alianza Libre Europea-Los Verdes, del que forman parte los eurodiputados de ERC, por su negativa a condenar la agresión de Rusia a Ucrania. En la resolución del día 25, el Parlamento europeo recuerda que Zdanoka ha sido sancionada económicamente y se le ha prohibido representarle hasta el final del mandato.
La Eurocámara “denuncia firmemente todos los intentos de la Federación Rusa de socavar el funcionamiento de los procesos democráticos europeos, subraya que estas tácticas deben ser sancionadas y hace un llamamiento a los dirigentes políticos de la Unión y de sus Estados miembros para que hagan frente por fin a estos esfuerzos rusos con el necesario sentido de la urgencia y determinación”. También subraya «el papel primordial del periodismo de investigación a la hora de revelar los intentos de injerencia extranjera y las actividades encubiertas».
Por último, encarga a la presidenta del Parlamento europeo, Roberta Metsola, que transmita la resolución al Consejo Europeo, la Comisión Europea y al Alto Representante de la Unión por Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
