Los problemas “estructurales” de H&M llevan a las trabajadoras al límite

La multinacional sueca tiene una falta de personal “aberrante” que comporta grandes sobrecargas de trabajo

Protesta de los trabajadores de H&M delante de la tienda del paseo de Gracia de Barcelona, el pasado mes de junio (ACN)

H&M es una de las empresas que, como explicó EL TRIANGLE, incumple el acuerdo social firmado por patronales y sindicatos que regula la apertura comercial en domingos y festivos en Barcelona. De hecho, como reconoce el secretario general de la Federación de Servicios de CCOO Cataluña, Ramón González, la empresa sueca no respeta la voluntariedad ni el descanso de calidad, y tiene dificultades “más graves” que el incumplimiento del acuerdo social.

Según González, “la realidad es que es una empresa con muchísimos problemas”: una “falta de personal aberrante”, cargas de trabajo “tremendas”, problemas con la organización del trabajo, problemas de ventas y de negocio “porque no alcanza los niveles de la competencia”… En este sentido, el sindicalista señala que H&M tiene problemas “incluso de viabilidad”.

Esta falta de personal “estructural” de la multinacional sueca afecta directamente a las trabajadoras de las tiendas, que tienen que soportar enormes cargas de trabajo. Esto se ve agravado por el hecho de que, además, H&M no cubre las bajas de larga duración. “Los problemas de personal amenazan su funcionamiento normal”, apunta González, que destaca las grandes ratios de absentismo de la empresa, que en algunas tiendas pueden superar el 30%. “No se puede pedir al personal que lo cubra todo, porque al final la gente estalla. El absentismo no está porque sí”, añade el sindicalista.

Los problemas de la empresa son tan grandes que CCOO y UGT convocaron una huelga a finales del mes de junio pasado para reclamar la contratación de más personal y la mejora de las condiciones salariales. A pesar de la dificultad de las negociaciones, después de varias jornadas de huelga y de la presión mediática, la empresa acabó cediendo y cerró un preacuerdo con los sindicatos para desconvocar los paros.

Este pacto incluye un incentivo relacionado con las ventas de hasta 50 euros al mes por trabajadora y otro ligado al cumplimiento de la jornada laboral, además de un incremento salarial para las dependientas de hasta 1.000 euros brutos anuales. También se ha acordado un aumento de personal “con efectos inmediatos” y llevar a cabo novaciones contractuales. “Se trata de medidas de primera acción”, explica González, que considera que es “un acuerdo razonable” porque “pone las bases para intentar superar una cuestión que amenazaba seriamente al negocio”, como es la falta de personal.

El secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT de Cataluña, Òscar López, coincide con la valoración de González y lamenta que este tipo de empresas “pongan difícil poder ganarse bien la vida”. En cuanto a los incentivos del preacuerdo, López admite que son “complicados” de alcanzar, pero indica que la UGT ha recibido “más quejas” por las modificaciones de las condiciones de trabajo y por los despidos que H&M ha llevado a cabo los últimos años.

Centenares de despidos

En 2019, la multinacional llevó a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE), cerró seis tiendas en España y despidió a cerca de 130 trabajadoras, hecho que ya agravó las cargas de trabajo. Dos años después, en 2021, H&M volvió a hacer un ERE: despidió a 349 personas y cerró múltiples tiendas, siete en Cataluña. Ahora, la empresa sueca tiene un problema de falta de personal en toda España.

La prioridad de CCOO y UGT es que la multinacional resuelva los problemas de plantilla para que las trabajadoras dejen de estar sometidas a una sobrecarga de trabajo. “Después ya optaremos a mejorar el resto de estándares”, señala González, que insiste en que ahora la empresa “difícilmente puede organizar su día a día”.

Conflicto en la parte online

Además de los problemas que H&M tiene en las tiendas físicas, la empresa sueca tiene abierto también un conflicto en las oficinas, concretamente en los centros de atención al cliente de la tienda online. De hecho, el pasado 30 de mayo H&M inició un proceso de reestructuración en todos estos centros a nivel mundial, el cual comportó que, solo en el de Barcelona, donde trabajan más de 200 personas, 17 fueran despedidas.

En total, esta reestructuración del centro de atención al cliente de la capital catalana afectó a 36 trabajadoras. Las que no fueron despedidas «han visto cómo sus roles se han extinguido y han sido recolocadas en nuevas posiciones sin posibilidad de negociación de sus nuevas condiciones laborales», explica el sindicato CGT, el cual convocó concentraciones para protestar por los despidos y por los procesos de automatización «que destruyen puestos de trabajo».

Por otro lado, en un comunicado, el sindicato explica que «ha tenido acceso a información» que indica que H&M ha iniciado varios procesos de automatización, con los cuales «estima una reducción de 75.000 contratos al año». Por todo esto, la CGT considera que «podría haberse producido una vulneración del derecho de la representación legal de las trabajadoras de ser informadas y consultadas respecto a las reestructuraciones de plantilla y la implementación de sistemas de organización y control de trabajo».

De hecho, el sindicato ha presentado una denuncia a la autoridad laboral porque considera que la multinacional lleva a cabo «una estrategia empresarial de vulneración del derecho sindical«, hecho que, asegura la CGT, «es la tónica habitual en las relaciones laborales» desde que consiguió la mayoría en el Comité de Empresa.

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