El Ayuntamiento de Barcelona ha dejado sin efecto la limitación de 30 km/h en entornos escolares situados en calles principales. La medida, que se anunció a principios de julio, ha entrado en vigor este martes, y pretende «flexibilizar los límites de velocidad» ahora que los centros escolares están cerrados. Por eso, se han reprogramado los doce radares situados en estas vías para que durante agosto no se sancionen los vehículos que van además de 30 km/h, sino que lo hagan solo cuando se superen los 50 km/h, que es la máxima velocidad permitida en estas calles. A partir de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar, la limitación de 30 km/h volverá a estar vigente de lunes a sábado entre las 7 h y las 22 h.
El ayuntamiento tomó esta decisión el pasado mas de julio para «continuar garantizando la seguridad de los niños durante las entradas y salidas de los centros escolares», pero flexibilizando la limitación a 30 km/h durante agosto, coincidiendo con el periodo en que los centros están cerrados. De hecho, durante el curso escolar esta flexibilización también está en vigor durante las noches, los domingos y los festivos.
Actualmente, la ciudad de Barcelona cuenta con treinta y tres tramos de calles de red básica que pasan por ante centros escolares y, por lo tanto, están limitados a 30 km/h. De estos, doce están controlados por radares. Hoy en día, la señalización en estos puntos ya está modificada para indicar que la limitación a 30 km/h no se aplicará fuera de los horarios y el calendario establecidos.
El objetivo de la medida, según el consistorio, es «sensibilizar» a los conductores y «dar a conocer» la velocidad a la cual están circulando. Además, también permite que el área de Movilidad pueda recoger información sobre el grado de cumplimiento de los límites de velocidad de la ciudad de Barcelona. Con todo, la voluntad del ayuntamiento es «incrementar la seguridad viaria» y «reducir los siniestros viarios» en la capital catalana.
