Los restos del militante antifranquista Cipriano Martos descansan finalmente en el cementerio de Huétor-Tajar, su pueblo natal, en Granada, después de que fueran identificados en una fosa común en el cementerio de Reus como parte del Plan de fosas de la Generalitat. Martos fue detenido y torturado por la Guardia Civil en el 1973 y murió tras ingerir ácido sulfúrico durante un interrogatorio.
Fue enterrado en una fosa sin que su familia pudiera asistir ni llevarse el cuerpo a su tierra. Este sábado, la consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, ha entregado los restos identificados a su hermano, Antonio Martos. Los familiares han enterrado los restos en el panteón familiar junto a los de sus padres.
«Hoy cerramos un ciclo de injusticia y abandono que ha durado 50 años», ha asegurado la consellera Ubasart, que ha remarcado que la Generalitat pretende ofrecer «más verdad, más justicia, más reparación y más memoria». «Este es un homenaje merecidísimo a un luchador por la libertad», ha sentenciado.
