8.775 euros. La neozelandesa Helena Catt, que fue responsable de la Comisión Electoral de su país entre los años 2004 y 2009, cobró esta cantidad como jefa del grupo de nueve personas de ‘gran prestigio’ que contrató Diplocat para analizar el desarrollo del referéndum independentista del 1 de octubre de 2017. Catt estuvo en Catalunya un mes, entre el 4 de septiembre y el 6 de octubre. Su factura lleva fecha del 5 de octubre de 2017, cuatro días después del referéndum y uno antes de abandonar Barcelona, tal y como explicó El Confidencial este 30 de abril.
El equipo de observadores internacionales, que iba acompañado de cuatro personas de apoyo administrativo, acabó costando 305.789,01 euros a las arcas de la Generalitat. Diplocat dedicó una partida inicial de 206.371,49 euros a los «prestigiosos expertos», a los que añadió 64.654,09 euros como gastos para un «programa de visitantes internacionales» y 34.763,43 euros para un «workshop de expertos Europa» . Este organismo se hizo cargo de todos los gastos de este grupo de observadores internacionales, incluida la estancia en los hoteles de lujo en los que se alojaron, la manutención, los desplazamientos, el alquiler de vehículos y los servicios administrativos.
El informe final del equipo dirigido por Helena Catt, que según El Confidencial es “delirante” y está lleno de inexactitudes sobre la historia de Catalunya, fue muy amable con el referéndum y sus organizadores, naturalmente.
