Las restricciones de riego del decreto de la sequía ponen en riesgo la vegetación de las ciudades

El sector de la jardinería está en alerta porque dejar de regar significa matar a los árboles

Les gespes verdes dels parcs i jardins públics han desaparegut de les ciutats i es veuen seques i groguenques

Las restricciones de riego en las ciudades ya han sacrificado los céspedes y las plantas de flor, que requieren un consumo elevado de agua. De acuerdo con el decreto de sequía de la Generalitat, ahora se trabaja para preservar los árboles de reciente plantación y se ha minimizado el riego en los árboles más consolidados. El presidente del Gremi de Jardineria de Catalunya, Miquel Marín, exige a la Generalitat, en declaraciones a EL TRIANGLE, que “si la sequía va a más, no toquen más al sector, porque no regar significa matar. Si va a más, es necesario mantener las plantas vivas y poner el foco en otras acciones, como sería abordar las fugas de agua, que superan con creces el consumo de la jardinería”.

Sacrificar el patrimonio verde de las ciudades para garantizar el agua de boca es una opción nefasta de cara al futuro. Como expone Miquel Marín, “el verde es una acción climática positiva en el sentido de que actualmente en situación de crisis climática; si algo puede ayudarnos a minimizar su incidencia es manteniendo el verde”. En un contexto de altas temperaturas, los árboles ayudan a reducir el fenómeno de la isla de calor, que es un efecto que se produce en las zonas urbanas, y esto se agravaría si no la hubiera. Hay que ser cuidadosos en mantener el verde para evitar la desertización y la ruptura del ciclo del agua, según añade el presidente del Gremi de Jardineria.

El presidente de la Asociación Española de Paisajistas, José Luis Romeu Lamaignere, también manifiesta, en declaraciones a EL TRIANGLE, que “no podemos plantearnos ciudades sin árboles. Son vida y nos protegen del sol, minimizan los efectos de las islas de calor y producen oxígeno. Hay que defender la sombra de los árboles, y a mayor volumen de copa, más sanas son las ciudades”. El presidente de la asociación añade que el modelo de ciudades con plazas duras ya está caducado, y ahora es necesario avanzar hacia la renaturalización de los pueblos. Las ciudades deben gestionarse con una mirada más transversal y con más actores, donde estén incluidos los paisajistas, según Romeu.

Desde Parcs y Jardins del Ajuntamient de Barcelona, la presidenta del comité de empresa, Sílvia Fitó, se muestra preocupada tanto por la falta de lluvia como por el incremento de las temperaturas. Estos dos factores, según manifiesta en EL TRIANGLE, obligarán a modificar las metodologías de trabajo de los profesionales de la jardinería y también a rediseñar los horarios laborales para evitar las horas de mayor calor en la vía pública.

Los tres profesionales consultados por EL TRIANGLE consideran que se pueden adoptar todavía muchas mejoras para hacer un uso eficiente del agua y evitar restricciones drásticas en épocas de sequía, como prohibir el riego del patrimonio verde de nuestras ciudades.

Opciones de futuro

Una primera acción que ya se está realizando es la elección de plantas más resistentes al estrés hídrico. Hace unos años se elegían especies por su valor ornamental, como se hizo en el Parc Central de Poblenou, diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, que eligió la plantación de sauces, a pesar de ser un árbol con muchas necesidades hídricas y más propio de zonas cercanas a lagos. Según José Luis Romeu, ahora ya se eligen las plantas por criterios de dureza o resistencia a condiciones de baja pluviometría. «Ya no se buscan prados perfectos, sino prados más silvestres y con vegetación más autóctona». El jardín ideal debe ser aquél que contiene especies propias del entorno. «Debe ser el paisaje periurbano el que invada las ciudades, porque es la vegetación del entorno más cercano».

Aparte de la elección de determinadas especies, Sílvia Fitó, de Parcs y Jardins, añade que una técnica que se está aplicando actualmente es el acolchado, que significa triturar restos de abetos de Navidad o de ramas y colocarlas en los parterres de arbustos de modo que la evaporación del agua sea mucho menor. «Es una práctica que ayuda a que haya menos evaporación y permite aportar menos agua y aprovecharla mejor». En cuanto a las infraestructuras, Sílvia Fitó pide al Ajuntamient de Barcelona un plan de inversiones para mejorar y completar la red de agua freática de la ciudad de los años 90, combatir al máximo las fugas de agua de la red y hacer más resistentes los tubos de riego frente a las mordeduras de ratas o de perros.

Desde la Asociación Española de Paisajistas, se considera fundamental conseguir la máxima reutilización de las aguas. Y por parte del Gremi de Jardineria, se pide que “se utilicen los fondos de los Next Generation para realizar inversiones medioambientales que permitan gestionar correctamente el agua de una vez por todas”.

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