Dos informes internos de Junts y la opinión de varios expertos, según ha publicado El Periódico, corroboran que el software que utiliza el partido posconvergente para las votaciones internas «no garantiza los niveles de exigencia» necesarios y presenta «deficiencias en cada punto clave del procedimiento». Estos análisis podrían poner en cuestión las últimas votaciones que Junts ha llevado a cabo, como la que causó su salida del Govern y la que designó a Laura Borràs como líder del partido y Jordi Turull como secretario general.
Un escrito de la Sindicatura Electoral del pasado septiembre señala que la herramienta utilizada «no es una herramienta de votación electrónica como tal y por lo tanto no ha sido pensada teniendo en cuenta los mínimos condicionantes que debe tener«. El documento se hace eco de otro informe elaborado por un auditor que señala que el censo válido, comprobado e inmutable durante todo el proceso de votación es una premisa que «no se cumple» porque se trata de una base de datos alojada en una herramienta de gestión del partido.
«Este aspecto ya condiciona y pone de alguna manera en cuestión todo el proceso», concluye el auditor, porque el control de estos datos depende siempre de la «buena fe» en la gestión de la base de datos. La Sindicatura Electoral también lamenta la falta de «transparencia» del sistema informático, y pide cambiarlo «completamente».
A mediados de enero, dos comisiones internas presentaron a la dirección otro informe sobre la falta de garantías del sistema de votaciones que corrobora «deficiencias en cada punto clave del procedimiento». «El sistema que se utiliza en nuestro partido como herramienta de votación electrónica no está pensada como tal y, por tanto, tiene una gran debilidad, que es la seguridad«, constata el documento.
