El giro respecto a Israel efectuado por el Departamento de Acción Exterior de la Generalitat, desde que Junts dejó el gobierno y Meritxell Serret asumió el cargo de consejera, había incomodado a algunos proisraelíes mediáticos de la órbita juntista, sobre todo porque se ha descartado abrir una delegación en Tel-Aviv.
Pero esta semana la indignación se ha desatado a raíz de la difusión de una campaña de recogida de firmas «para poner fin al hermanamiento de Barcelona con Tel-Aviv», mediante la web Stopapartheid.cat, que exhibe a la Generalitat de Cataluña entre su decena de promotores.
La columnista proisraelí Pilar Rahola se ha hecho eco de lo que considera una «vergüenza judeófoba que promociona el odio a toda una ciudad», ha reprochado al ejecutivo catalán que así «potencian el extremismo, alimentan al terrorismo y alejan la paz», y ha interpelado sobre la campaña a Serret. La Asociación Catalana de Amigos de Israel (ACAI) y ha comentado al respecto que la adhesión de la Generalitat a esta campaña «es un absoluto escándalo».
«Exigimos el cese fulminante de los responsables del gobierno de este repugnante acto de xenofobia y odio institucional», ha publicado también en Twitter ACAI, que considera responsable directo al director de la Agencia Catalana de Cooperación, Vicenç Margalef; a la directora general de Cooperación, Yoya Alcoceba; a la consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret; y el presidente, Pere Aragonès.
