La Agencia Catalana del Agua ha ampliado hasta 279 los municipios donde deben aplicarse restricciones de agua por la alerta hidrológica a causa de la sequía, una situación que ya afecta a 683.000 habitantes, el 9% de la población de Cataluña. La alerta implica algunas limitaciones en el uso de agua, principalmente en usos agrícolas, industriales y lúdicos.
La restricción principal es para el riego agrícola (25%), para usos ganaderos (10%), industriales (5%) y usos recreativos que impliquen riego, como el golf (30%). En cuanto a los usos urbanos, se ha limitado el riego de zonas verdes, que sólo podrá hacerse de noche; se prohíbe llenar fuentes ornamentales; y se limita el llenado de piscinas -en los hogares, no se pueden llenar las que estén vacías, sólo mantener la recirculación-. Por lo general, las restricciones establecen un consumo máximo de 250 litros por habitante y día.
Los últimos municipios que se han añadido a la lista de zonas con limitaciones de agua, un total de 129, pertenecen a las llamadas unidades de explotación del Empordà, Banyoles, la Cordillera Transversal y Prades-Llaberia. Según ha explicado la Agencia Catalana del Agua, en estos municipios las previsiones no dependen de los embalses, sino que su abastecimiento se calcula a partir de la pluviometría y disponen de captaciones propias como pozos, agua superficial o balsas.
Las otras unidades de explotación que se mantienen en alerta son el acuífero de Carme Capellades, que afecta a 15 municipios del Anoia y uno del Alt Penedès; la cabecera del Ter, que afecta a 63 municipios; el medio Llobregat, con restricciones en 34 municipios; y Anoia-Gaià con limitaciones en 38 municipios.
