La ‘rauxa’ sin ‘seny’ genera odio

El neofascismo nacional-secesionista viste ropajes victimarios, se auto-compara con los judíos masacrados en los campos de exterminio nazis o con los negros esclavizados en América. Se sienten víctimas milenarias de un Estado que les concede plena autonomía, como si de una confederación se tratara, con un govern claramente secesionista y desleal, un govern que no cumple las sentencias judiciales y que es consentido, y hasta premiado, por el Gobierno de la Nación.

Su influencia sobre el Gobierno de la Nación es tal que los actos delictivos probados cometidos por los secesionistas pasarán en breve a ser despenalizados… lo cual facilitará nuevos golpes de Estado, y nuevas barbaridades legislativas como la Ley 8/2022 de 9 de junio sobre el “uso y aprendizaje de las lenguas oficiales en la enseñanza no universitaria”, aprobada con los votos del PSC.

El procés no ha muerto, sigue vivo y alimentado por el gobierno de Pedro Sánchez. Los sucesivos Gobiernos que hemos sufrido en España, tanto los del PSOE como los del PP, siempre han sido flojos ante el avance del nacionalismo. Siempre han contemporizado con él, siempre le han cedido más de lo que recibían a cambio, y siempre han accedido a trueques en que era la ciudadanía la que salía perdiendo. Desde el Pacto del Majestic con Aznar (incluso antes), hasta la Mesa de Diálogo de Pedro Sánchez.

Las estructuras de Estado de las que la Generalitat dotó al secesionismo en 2017 (que se unieron a aquellas de las que ya se venía dotando desde antes) fueron momentáneamente paralizadas por la aplicación (la muy laxa aplicación) del artículo 155 por el gobierno de Mariano Rajoy. Pero hoy siguen plenamente operativas, dentro y fuera de nuestras fronteras.

Fascismo e intransigencia. De todas las movilizaciones que el separatismo promovió, aún sigue dando coletazos una de las más ofuscadas, intransigentes y fascistas. Se agruparon en torno a un grupo de exaltados que se hacían o hacen llamar “Meridiana Resisteix”. Empezaron a cortar la Avenida Meridiana de Barcelona cada día durante dos horas, de ocho a diez de la noche, en octubre de 2019, exigiendo la amnistía para todos los condenados por el golpe de Estado frustrado de 2017. Provocaron muchos conflictos con los vecinos, aparte de las molestias a viandantes, coches y comerciantes. Los atascos eran terribles y afectaban a varios distritos de la ciudad.

Transmitían odio en los barrios donde realizaban el corte: barrios obreros donde el secesionismo apenas tiene predicamento, y que son donde menos votos obtiene. Se vestían de vecinos y no representaban a nadie. Se apropiaban de hermosas canciones reivindicativas y de protesta, como el Bella Ciao, que les hacían creerse revolucionarios y que su causa era justa. Nada más lejos de la realidad. Promueven el odio a todo lo español, que ellos asocian a la ultraderecha, sin ser conscientes de que ellos son la ultraderecha.

Desde diciembre de 2020 unos vecinos nos constituimos en plataforma vecinal, “Meridiana Sin Cortes”, y, tras muchas manifestaciones –unas a pie, otras en vehículos–, conseguimos, en marzo de este año, que sus recurrentes manifestaciones fueran prohibidas. Hoy siguen juntándose, cada vez menos, en la plazoleta de RENFE, junto a Meridiana, cortan alguna calle adyacente y siguen gritando su odio.

Los vecinos ganamos. Fuimos los vecinos. Cierto que se acercaron políticos a dar soporte: algunos, de la derecha parlamentaria, y otros, de la izquierda no parlamentaria. Alternativa Ciudadana Progresista estuvo siempre y facilitó con su organización los permisos para las concentraciones y las manifestaciones de vehículos. Obtenida la victoria, nos retiramos.

El PSC fue invitado (yo estuve en la reunión) a apoyarnos y participar, pero se negó. Incomprensiblemente, una vez los vecinos conseguimos parar los cortes, ellos publicaron pasquines en los que se atribuían, desvergonzadamente, la victoria.

Homenaje a las víctimas del 17 de agosto en las Ramblas. La gente de “Meridiana Resisteix” no pierde oportunidad para verter su odio a todo lo español. En el homenaje a las víctimas del 17 de agosto en las Ramblas se pudieron ver caras de ese grupo interrumpiendo el minuto de silencio en honor a las víctimas y vomitando su odio a España, alimentando una conspiranoia sin base. Solo faltó, como no, las loas a la corrupta expresidenta del Parlament de Cataluña. Son los monstruos que genera la sinrazón consciente del nacional-secesionismo.

Y ahí estamos, instalados en el odio de una clase política en el poder en Cataluña que no entiende a la Cataluña real. En una clase política española que mira para otro lado cuando se habla de Cataluña, que cree ser comprensiva y en realidad es tendenciosa y olvida a los suyos…

Y ahí estamos, con una sociedad adormecida, atontada, que ha olvidado que sus miembros son los sujetos políticos, los dueños de la soberanía. La mayoría de la sociedad catalana no es secesionista, pero, entre el sistema electoral y la apatía, hoy los secesionistas son mayoría en el Parlament de Cataluña.

Bilingüismo y derechos civiles. El 18 de septiembre, la lucha por los derechos civiles tiene una cita. ¡Qué extraño suena en la España “democrática” hablar de derechos civiles! El 18 de septiembre a las 12:30 horas en el Arco del Triunfo de Barcelona, convocados por “Escuela de Todos / Escola de Tothom”, estaremos reclamando que el castellano o español (lo mismo da que da lo mismo) sea lengua vehicular en la enseñanza, en paridad con el catalán.

¡Nos vemos! Allí estará la izquierda, la que cree en la igualdad sin distinción de raza, sexo o lengua.

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