El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se ha pronunciado por primera vez desde que estalló el escándalo del presunto espionaje a figuras del independentismo y ha defendido firmemente la actuación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Durante la sesión de control en el Ejecutivo central en el Congreso de los Diputados, Sánchez ha asegurado que «todo lo que se ha hecho por parte del CNI se atiende escrupulosa y rigurosamente la ley».
El líder del Ejecutivo central ha reiterado que se rendirán cuentas y ha destacado «la máxima voluntad» de esclarecer el presunto espionaje: «El Gobierno, a lo largo de estos últimos días, ha manifestado su voluntad de esclarecer los hechos, y de hacerlo además con transparencia, objetividad, rendición de cuentas y atendiéndonos a la legalidad». Las explicaciones de Sánchez, sin embargo, no han convencido al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien ha reclamado al presidente central que aclare si su Gobierno ordenó las escuchas.
«Si lo ordenaron es terriblemente grave, pero si no lo ordenaron es aún más terriblemente grave», ha manifestado el republicano, quien ha mantenido la amenaza de votar en contra del paquete de medidas anticrisis del Gobierno central. «De momento, pídale el teléfono al señor Casero», ha concluido Rufián, en referencia al diputado del PP que se equivocó al votar la convalidación de la reforma laboral del Ejecutivo español.
