El surrealismo que ha envuelto desde el principio la negociación con Spotify, bajo un oscurantismo sin precedentes y una asamblea absolutamente dominada por la manipulación, lo ha rematado el directivo Juli Guiu con una exhibición de incompetencia propia desde luego de alguien sin experiencia y un absoluto desconocimiento del propio club al que afirma representar.
A Juli Guiu le ha tocado acompañar a Laporta en la puesta en escena de un acuerdo que tiene que ver con sus propios negocios, pues además de dirigir los festivales de Cap Roig, Suite Festival y Room Festival preside algunas empresas del sector. Incluso se ha dicho que mantenía una excelente relación con Daniel Ek, cofundador y CEO de Spotify, una información que aún añade más misterio y confusión a esa comisión millonaria a favor de un amigo de Joan Laporta, el ya famoso Darren Dein.
Conexión al margen, cuando le ha tocado salir a explicar el acuerdo y justificar la confidencialidad que ha impedido explicar los detalles a los socios, Guiu se ha descolgado con escasa habilidad.
«Spotify negocia contratos con grandes multinacionales y nunca salen las cifras. No podemos estar desmintiendo todo el día las cifras. Se verá en el cierre que no hemos engañado a nadie. Esta cláusula de confidencialidad ponía en riesgo el contrato. Si el FC Barcelona hubiera detallado las cifras económicas la otra parte podría haber rescindido el contrato. Ojalá hubiéramos podido detallar las cifras. Nos hubiéramos evitado este circo».
Guiu no sólo reconoció que el pacto con Spotify estuvo en riesgo por las filtraciones y que desde la compañía hubo cierto enfado porque se publicaron las cifras del contrato. También mostró su enfado con los medios por la retrasmisión del proceso: «No es normal que estés negociando con alguien y salga todo en la prensa. En cualquier empresa seria no es normal. Spotify no filtra. Es un problema que tenemos y debemos solucionar. No puedo apuntar a nadie. No tengo ni idea de quién puede ser. Es un tema que hablamos regularmente con el presidente porque sucede no solo en el área de marketing, también en la deportiva. Hay que llenar tres diarios y programas de radio cada día. Hay un ejército de periodistas», ha dicho.
¿Se puede ser más cínico? Primero, fue el club quien envió a los medios las fotos de la visita del staff de Spotify al Camp Nou y al Palau Blaugrana, provocando evidentemente la curiosidad y la profesionalidad de los periodistas que, desde luego, no han publicado otra cosa que los datos ofrecidos por fuentes del propio club. Lo que asombra es ese punto de señalar a los medios como responsables de hacer peligrar el acuerdo.
La prensa desde luego no tiene un problema. Juli Guiu quizás sí, si no es capaz de ver en la prensa un cómplice en la aprobación de un acuerdo que con una prensa verdaderamente guerrera e independiente no hubiera sido tan fácil de aprobar. No parece, sin embargo, capaz de entender la suerte que tiene de ser directivo.
