El personal de prisiones corta el acceso a Brians 2 para reclamar más seguridad

Los funcionarios piden más personal y un cambio de protocolo para contener a los presos violentos

Centro penitenciario de Brians 2

Cerca de medio millar de personas, según CCOO, se han concentrado este jueves por la mañana delante de la cárcel Brians 2 para mostrar su malestar por las agresiones que sufren los funcionarios, y protestar contra la degradación del sistema penitenciario en Cataluña. CCOO y el resto de sindicatos han organizado la convocatoria después de que el pasado fin de semana un funcionario del centro hubiera sido trasladado a la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Bellvitge, debido a la agresión de un preso.

Los funcionarios han cortado los accesos a los centros de Brians 1 y 2, dejando pasar sólo a los trabajadores y servicios esenciales, por lo que han tenido que suspenderse los traslados de internos a las prisiones. Reclaman poder trabajar con mayor seguridad y, en este sentido, piden cambiar el protocolo interno para contener a los presos violentos ya que el actual -vigente desde el pasado mes de mayo- prioriza las contenciones verbales y, según los funcionarios, es insuficiente.

Los trabajadores de prisiones también exigen al Departamento de Justicia incrementar la plantilla de funcionarios y reforzar su autoridad. En el comunicado, CCOO asegura que el problema de las agresiones «viene de lejos» y que desde 2016 se ha registrado un «aumento imparable donde cada año es peor que el anterior». Según el sindicato, en 2021 se han superado todos los registros habidos, pero la Administración actual, señala, «se está mostrando lenta a la hora de tomar medidas para frenar y revertir la situación».

De las últimas agresiones que se han producido contra los funcionarios, además de la de este fin de semana, destacan, por su gravedad, la agresión sexual a una trabajadora de la prisión de Quatre Camins -el pasado 5 de julio-; el puñetazo que un interno del Centro Penitenciario de Ponent propinó a un funcionario, provocándole varias fracturas en el globo ocular y el pómulo izquierdo, así como la posible pérdida de un ojo -el pasado 31 de octubre-; la pisada que sufrió por parte de un interno joven el jefe de la unidad de Brians 2, mayor de 60 años -el 22 de noviembre- y la pérdida de una parte del dedo pulgar de un trabajador de Quatre Camins a causa del mordisco de un interno, el 23 de noviembre.

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