Las elecciones del 14-F provocaron la entrada de Vox en el Parlament, una institución en la cual la formación de ultraderecha todavía no había podido estar nunca. Las primeras semanas fueron un poco caóticas en su actuación interna. Desconocían los procedimientos y el funcionamiento de la cámara y de los grupos parlamentarios. Pero nueve meses después de aquellas elecciones, los once diputados de Vox continúan demostrando su incompetencia política.
Y es que el grupo había anunciado a bombo y platillo que presentaría una enmienda a la totalidad ea los presupuestos y que quería llevar las cuentas de la Generalitat al Consell de Garantías Estatutarias, retrasando así su tramitación. Pero mientras lo decía, sus diputados preguntaban a varios periodistas como lo tenían que hacer para hacerlo y si podían proceder en solitario o necesitaban más grupos.
