La derrota de Ciudadanos (Cs) en Cataluña está descolocando al partido. Los dirigentes no saben cómo frenar la sangría y la fuga de militantes. Pero en su desesperación, parte de la cúpula plantea cambios en el discurso y pide presentarse de manera más «moderada y centrada», y «alejada de los polos extremos», teniendo en cuenta que ponen a un extremo a Vox y al otro todo al independentismo.
En medio de esta estrategia, a alguien se le ocurrió recuperar la defensa del bilingüismo y, por tanto, dejar de lado la primacía del castellano para hacer más uso del catalán y reivindicarlo en igualdad de condiciones. Pero la petición no fue bien recibida, y con un par de comentarios públicos sobre la cuestión ya llegaron las primeras quejas. Poco después, el argumento cayó de las tesis habituales. El catalán siempre ha sido un problema en Cs.
