Tres días antes de que termine el plazo para la primera votación de investidura y cuando ERC ya ha cerrado un preacuerdo con la CUP, el secretario general de Junts, Jordi Sánchez, ha lanzado un aviso contundente a los republicanos: aún no se ha conseguido cerrar un acuerdo «bastante sólido» para un gobierno estable y hay que seguir negociando. Así, Junts enfría la investidura del republicano, Pere Aragonés, situándola dentro de «días o semanas»
Lo ha hecho en el marco de una conferencia en Barcelona, bajo el título Un gobierno por hacer, un gobierno por ser, aprovechando un permiso con el que ha podido salir de la cárcel de Lledoners. En la primera fila, estaba la presidenta del Parlamento, Laura Borràs, los consejeros de Junts, el vicepresidente del Govern y candidato a la presidencia, Pere Aragonés, y la portavoz republicana, Marta Vilalta, además de la diputada de la CUP Eulalia Reguant.
Sánchez ha reiterado a Aragonés el apoyo para que salga adelante un nuevo Govern y asegura que Junts «no va a especular ni jugará el cálculo de nuevas elecciones ni propondrá un candidato ni condicionará quién debe ser el candidato de ERC» sino que impulsará que Cataluña disponga de un nuevo ejecutivo fuerte, con capacidad de liderazgo y determinado a dar respuesta a las emergencias que amenazan el país y en la resolución del conflicto político con el Estado.
Ahora bien, ha reconocido que el acuerdo está verde, pero que es posible siempre que haya más tiempo para negociar. «Estamos convencidos de que en breve, en los próximos días o semanas, podremos decir que sí, sin el riesgo de volver a caer en situaciones ya vividas que mermen la autoridad del Govern y su eficacia, y de rebote, el Parlamento».
Sánchez también ha reclamado más protagonismo por el ex Carles Puigdemont y que el Consejo de la República lidere el nuevo «embate».
