El Govern negocia con los sectores afectados el plan de reapertura previsto para el próximo lunes. Las restricciones se revisarán cada quince días, en función de los indicadores de transmisión del virus. La incidencia continúa a la baja, pero todavía está lejos de ser la deseada. De momento, se apunta que podrían obrir las terrazas de bares y restaurantes, entre otros.
La consejera de Salud Alba Vergés y el consejero de Interior Miquel Sàmper ha comparecido para valorar estos indicadores y han avanzado que el regreso a la normalidad se hará en tres o cuatro tramos, que se revisarán después de dos semanas.
Vergés ha recordado que el lunes 23 de noviembre empezará el plan, y que se hará siempre de acuerdo con los compromisos adquiridos con las partes implicadas. "Será un plan progresivo: no avanzaremos nada más", ha insistido. "Nos planteamos este plan de reapertura de actividad porque estamos teniendo esta tendencia, porque lo estamos consolidando, porque así lo están notando los datos y, además, lo velaremos día a día porque, evidentemente, no nos cambie y no volvamos atrás y no volvamos a hacer una subida".
Vergés también ha dicho que este plan no implica, necesariamente, modificaciones en el toque de queda. Unas declaraciones que van en sintonía con lo que afirmó Sàmper la semana pasada cuando le preguntaron por esta medida. Para el consejero de Interior, el confinamiento nocturno "nos tendrá que acompañar mucho tiempo".
El coordinador de la Unidad Covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, ha pedido mucha prudencia: "Más allá que pueda haber más o menos sectores abiertos, es extremadamente importando que todas las personas sean conscientes que estamos en un momento todavía de pandemia con muchos casos." Y ha añadido que "tenemos que ir con mucha cuidado. Tenemos que ir protegidos, tenemos que ir con distancia. No podemos hacer reuniones multitudinarias, no podemos tener mucha interacción social".
Todo esto mientras la pandemia continúa retrocediendo lentamente en Cataluña. Los datos de este lunes confirman la tendencia a la baja del riesgo de rebrote, la velocidad de propagación del virus y el número de contagios. Ahora bien, esta mejora todavía no se nota en los hospitales: hay más hospitalizados y pacientes en la UCI y se han notificado 52 defunciones.
