Quim Arrufat se marchó de la CUP en abril de 2019 después de que se presentaran dos denuncias dentro de la formación por abusos sexuales, y justo antes de las elecciones municipales que se celebraban ese año y a las cuales tenía previsto presentarse en la lista anticapitalista de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), según avanza el ARA.
Según ha trascendido, contra Arrufat se presentaron dos denuncias dentro de la formación en la que militaba, denuncias que no llegaron a presentarse ante la justicia ordinaria y que afectarían unos hechos que pasaron en 2014 y otros justo antes de su marcha de la CUP.
La CUP, ante estas informaciones ha hecho público un comunicado en el cual se puede leer: "Mostramos nuestro compromiso claro y firme en la lucha contra el patriarcado y contra las agresiones machistas y condenamos la agresión. Constatamos que esta ha sido la prioridad desde que se puso en conocimiento de la CUP la agresión".
Por su parte, Arrufat ha publicado un mensaje en Twitter en el que se lee: "Las actitudes que me atribuye el ARA no son ciertas. No responden ni siquiera al contenido de los expedientes tramitados internamente en el marco de la Comisión Feminista". Arrufat ha añadido que "no contribuiré a general ruido y polémica, forzosamente simplista, todavía menos a las puertas de unas elecciones, para desprestigiar la CUP. Cómo he hecho hasta ahora, por prudencia y respeto".
La diputada de la CUP, Natàlia Sànchez, ha justificado que se haya tardado casi seis años a dar respuesta al caso Arrufat argumentando que si las denuncias se hubieran hecho ahora el "tempo" y el "resultado" habrían sido muy diferentes. Sànchez ha afirmado, en declaraciones a Catalunya Ràdio, "ahora sí que tenemos las herramientas" asegurando que Arrufat se marchó de la CUP "a las puertas de una más que probable expulsión".
