Las declaraciones de Sandro Rosell sobre el Barça, el entorno y la relación en su largo encarcelamiento durante casi dos años, han tenido un amplio eco deportivo y social en todos los medios de difusión menos en TV3, donde sus palabras apenas han sido replicadas. La orden de limitar prácticamente a la nada las esperadas explicaciones del expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, provienen del alto mando de TV3, de Vicent Sanchis, su director, periodista militante del laportismo y en este sector negocios del entorno al Barça donde conviven desde hace muchos años los intereses de Jaume Roures, todo aquello que todavía se mueve en nombre de Cruyff, Guardiola y su corte y hoy Víctor Font, el delfín de Ferran Soriano.
Además, Vicent Sanchis ha congelado un especial sobre Rosell realizado por un periodista de la Corporación, Victor Lavagnini, que detalla como vivió su paso por la prisión, el juicio, su excarcelación y la definitiva absolución. Una pieza informativa exclusiva, de rigor periodístico garantizado, que TV3 podría haber ofrecido pero que sigue a la espera de entrar en la parrilla de la programación de canal.
La negativa de Vicent Sanchis, y de lo que representa su figura, responde a su propia y personal obsesión con Rosell y a su voluntad de seguir acumulando méritos para seguir en el cargo después de las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña, sean cuando sean, con la esperanza de que los suyos sigan mandando.
Sanchis fue el último director de Barça TV en la época de Joan Laporta. El canal fue utilizado en este tiempo para atacar e insultar a los socios -los nuñistas sobretodo- y a medios del Grupo Godó en tertulias amenizadas por un Salvador Sostres contratado para tal fin a un precio, como el mismo Sanchis, muy por encima de la ratio y posibilidades del medio oficial del club. En las elecciones que ganaría Rosell, barriendo al candidato continuista Jaume Ferrer, apadrinado por Laporta, Vicent Sanchis se las arregló para emitir un debate con todos los candidatos menos Sandro Rosell con el propósito, como la tele que él dirigía, de menoscabar su imagen y evitar que el socio le votara.
Bien es verdad que el efecto fue inverso, puesto que el barcelonismo (junio de 2010) proclamó a Rosell presidente con el número más grande de votos de la historia. Al poco de su proclamación, pero, Vicent Sanchis no sólo no presentó su dimisión, sino que se ofreció a seguir en el cargo mediante insinuaciones y proposiciones que fueron calificadas de "deshonestas e indecentes". Fue inmediatamente despedido.
Por este motivo, Sandro Rosell le lanzó un aviso en la entrevista en Mundo Deportivo, sugiriendo que no quería ni imaginar que el reportaje de TV3 sobre él, acabado desde hace un mes, estaba siendo ocultado por la televisión catalana. El expresidente sigue apuntando a este entorno del club, al cual pertenece Sanchis, como directamente responsable de conspirar y erosionar a aquellos presidentes como él y Bartomeu que no se doblegan a los intereses económicos de ciertos personajes y empresas.
Cuando Vicenç Sanchis fue director de Barça TV, el canal lo producía y gestionaba enteramente Mediapro, que disfrutaba de unas excepcionales condiciones de explotación. Por un lado, pagaba para tener el control, pero de otro lado cobraba a precio de oro todos los costes de producción, puesto que por contrato era el único proveedor de servicios y medios técnicos del canal, esto aparte de prerrogativas y derechos de emisión digitales. Joan Laporta le había hecho un contrato a medida para una televisión en la cual Vicent Sanchis, como director, pudo disfrutar de una dolce vita que, por lo que se ve, no ha podido olvidar todavía.
