Andorra es, en relación con el número de su población (75.000 habitantes), uno de los países del planeta más damnificados por el coronavirus. Según datos oficiales de ayer viernes, los contagios positivos suman 439 y se han contabilizado 16 muertos.
Uno de los colectivos más afectados por la pandemia es el de los profesionales sanitarios, con un total de 96 infectados y están obligados, por consiguiente, a guardar la cuarentena, confinados en sus domicilios. Por eso, el gobierno, presidido por Xavier Espot, tuvo la brillante idea de "importar" a un equipo de 39 médicos y enfermeras de Cuba.
Este contingente de refuerzo llegó a Andorra, vía Madrid, el pasado lunes. Pero, antes de entrar en servicio, se les hicieron las preceptivas pruebas para comprobar si estaban limpios de la Covid-19… y uno de los cubanos dio positivo. Esto ha obligado a confinar durante 15 días a todo el equipo de médicos y enfermeras cubanos en un hotel de Escaldes, para ver si también están contagiados y comprobar cómo evolucionan.
Por lo tanto, el refuerzo sanitario "comprado" por el gobierno andorrano en Cuba ha sido un fiasco, precisamente en el momento que más se necesitaba, puesto que la pandemia se está extendiendo como una mancha de aceite por los valles de la Valira. Las críticas al gobierno de Xavier Espot por esta pifia se han multiplicado en las redes sociales. Se le reprocha que estos tests preventivos se tendrían que haber realizado antes de que el contingente de médicos y enfermeras saliera de La Habana. Además, no se ha hecho público el importe económico de este acuerdo entre los gobiernos de Andorra y de Cuba.
