Carles Puigdemont propone una nueva estrategia para conseguir la investidura de su persona como presidente de la Generalitat. La propuesta implicaría cambiar la ley de la Presidencia de la Generalitat y del Gobierno con la intención de crear un Consejo de la República.
Este consejo sería un gobierno con funciones ejecutivas que estaría ubicado en Bruselas y presidido por Puigdemont, y en el Palau de la Generalitat habría un gobierno con funciones exclusivamente gestoras. Todo para superar el veto del Tribunal Constitucional a la investidura.
La elección de Puigdemont como «presidente legítimo» se haría a través de la Asamblea de Electos de Cataluña, creada por la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y formada por cargos electos municipales, diputados del Parlament, del Congreso y del Parlamento Europeo, y senadores.
Esta idea la planteó el mismo Carles Puigdemont a los diputados de JxCat que se desplazaron este lunes a la capital belga para buscar soluciones a la investidura, de momento «aplazada» en palabras del Presidente del Parlamento catalán, el republicano, Roger Torrent.
La propuesta ya se ha hecho llegar a ERC, formación desde donde salió la idea primera de hacer una presidencia simbólica para Puigdemont en Bruselas mientras que en Cataluña hubiera un presidente con funciones ejecutivas. Puigdemont también ha hecho llegar su propuesta a la CUP, los votos de la cual son necesarios para la mayoría independentista en la cámara catalana.
Ahora habrá que ver si se acercan posiciones entre republicanos y JxCat para encontrar una salida a la investidura de Puigdemont, a pesar de que desde ERC se ha insistido en el hecho que, sea como fuere, lo que hace falta es que el nuevo presidente investido no tiene que estar limitado en sus funciones.
Lo que quieren tanto desde JxCat cómo desde ERC es que la investidura del nuevo presidente catalán sirva para desactivar el artículo 155 de la Constitución y recuperar el control de las instituciones catalanas. El escollo está, pero, en el hecho de que las fórmulas planteadas por unos y otros dan un papel muy diferente a Puigdemont.
