El nuevo director de TV3, Vicent Sanchis, ha debutado en sede parlamentaria en una sesión de control a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) marcada por la suavidad de Junts pel Sí y la dureza mostrada por la mayoría del resto de los grupos parlamentarios, en particular por el de Ciudadanos.
Muy expresivo y aparentemente cómodo en el intercambio de pareceres, Sanchis ha pedido más dinero para Televisió de Catalunya (TVC) y ha abogado, aduciendo las exigencias del servicio público, por retirar rápidamente los programas con males resultados de audiencia. Sobre los presupuestos, los diputados críticos le han recordado que si no podrá disponer de más dinero, es por las cuentas aprobadas por Junts pel Sí y la CUP.
A pesar de asegurar que se ha leído el comunicado con que el comité de empresa y el consejo profesional de TVC rechazaban su nombramiento por el quién y el cómo, Sanchis ha dicho que no sabe si lo que no gusta a los trabajadores es el sistema de elección del director o el director elegido, dando a entender las quejas eran por el sistema y no contra él.
Pasado versus presente
Sanchis, por otro lado, ha reconocido que ha empleado como columnista insultos y descalificaciones, ya que ve necesarios excesos en el tono y recursos como estos sólo en estos espacios de opinión. Asimismo, cree que reducir su figura profesional a sus escritos como columnista equivale a caricaturizarlo y ha remarcado que ni en los editoriales ni en las informaciones acepta expresiones insultantes. Dice, además, que no puede actuar igual ahora que como columnista, y que su pasado le condiciona menos que su presente.
El periodista valenciano, asimismo, ha dibujado otra línea divisoria entre su responsabilidad como director de TV3 y sus amistades con políticos, que según ha dicho incluyen figuras de Convergència, pero también del PSC, el PP e ICV. «No me siento obligado por ninguna de mis relaciones personales», ha asegurado. Sea como sea, el diputado convergente de Junts pel Sí Jordi Cuminal ha sido, de largo, el menos punzante. En cuanto al tratamiento a los cargos electos, eso sí, Sanchis ha remarcado que quiere que la televisión pública no sea tan hostil hacia ninguno de ellos.
Sobre la neutralidad de TV3, cree que está asegurada por los contrapesos que operan sobre la casa y que si no hay más, es responsabilidad del Parlamento catalán. También ha rechazado una de las etiquetas recurrentes: «Soy un individuo nacional, no me considero nacionalista».
Joi de vivre
Más sonriente y cordial que cuando participaba en tertulias como la de Els matins, el nuevo director de TV3 ha pedido al diputado socialista David Pérez, que le ha reprochado que no recibe las críticas con seriedad, que no confunda su joie de vivre -dice tener mucha-, con falta de seriedad. Por último, ha cerrado su intervención final expresando: «Me encanta saber que tenía tantos lectores, ¡guau!».
