El Banco Popular ha registrado unas pérdidas históricas que suman hasta 3.485,3 millones de euros durante el 2016. Estas pérdidas lo sitúan como la entidad bancaria rescatada con dinero público con los peores resultados económicos.
La presentación de estos resultados ha provocado que las acciones del Popular hayan caído más de un 8,5% a la bolsa, hasta llegar a cotizar por menos de 0,87 euros. Esta caída se dio porque las pérdidas han sido más importantes del que se preveía, debido a los despidos, la reestructuración de las carteras de la deuda y los saneamientos adicionales por la pérdida de valor de Targobank.
Este a sido el balance que ha dejado Ángel Ron cómo presidente saliente del Popular, quién anunció el saneamiento del ladrillo con la ampliación de capital en junio, más el impacto de las cláusulas tierra de 229 millones. Ron ha sido substituido en la presidencia del Banco Popular por Emilio Saracho.
Con este relevo queda patente la desconfianza de los principales accionistas de la entidad, familias vinculadas a la Opus Dei, hacia el quién ha dirigido la entidad en los últimos diez años como presidente único. Ron fue nombrado presidente ejecutivo en 2004, y en 2006 también fue nombrado presidente de la junta de accionistas del Popular.
