La composición accionarial de la empresa ATLL Concesionaria de la Generalitat de Cataluña SA, que tiene el monopolio del suministro en alta del agua que abastece el área metropolitana de Barcelona, es un pozo de sorpresas. Esta sociedad fue la adjudicataria, en 2012, de la privatización de la empresa pública Aigües Ter Llobregat (ATLL), a cambio del pago de 995,5 millones de euros: 298,6 millones cuando se firmó el contrato y los 696,8 millones restantes a liquidar en cómodos plazos durante los 50 años que dura la concesión otorgada por el ex consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, que cesó en el cargo poco tiempo después.
LA LOTERÍA QUE SIEMPRE TOCA
Se trata de un negocio seguro y redondo, como hay pocos. Durante los 50 años de vigencia del contrato se calcula que ATLL Concesionaria de la Generalitat de Cataluña ingresará unos 20.000 millones de euros. Es decir, con la excusa de la crisis, el gobierno de Artur Mas se vendió por menos de 1.000 millones de euros una ubérrima vaca de titularidad pública que, en vez de leche, emana euros a chorros.
¿Quiénes son los beneficiarios de esta lotería que siempre toca? Cómo ya hemos informado en cantidad suficiente desde EL TRIANGLE, el capital fundacional de ATLL Concesionaria de la Generalitat de Cataluña SA se lo repartían mayoritariamente el Grupo Acciona (39%) y la sociedad de jurisdicción británica Aigües de Catalunya Ltd., instrumento inversor creado por el banco brasileño BTG Pactual (39%). Además, dos sociedades (Global Lubbock SL y Global Buridan SL), controladas por la familia Entrecanales, los fundadores de Acciona, tenían un 12% adicional que les garantía, de este modo, la mayoría de el 51%. El 10% restante se lo repartían las sociedades instrumentales de dos poderosas familias catalanas: los Rodara (a través de Acacia ISP SL) y el matrimonio Torreblanca-Godia (a través de Gopa Consulting SL).
OPERACIÓN LAVA JATO
Pero este esquema accionarial saltó por los aires el 25 de noviembre del 2015, con la detención y procesamiento de André Esteves, el CEO de BTG Pactual, por su implicación en el caso de corrupción Lava Jato, que ha comportado la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. Los nuevos responsables del banco brasileño decidieron vender deprisa y corriendo todas las participaciones que pudieron para reforzar la estructura financiera de la entidad. Entre otros desinversiones se deshicieron del paquete accionarial que tenían en ATLL Concesionaria de la Generalitat de Cataluña SA, a través de la sociedad instrumental Aigües de Catalunya Ltd..
Los líos judiciales que acompañan la privatización de ATLL, con reiteradas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que establecen su nulidad, son una «bomba de relojería» pendiente de la resolución final del Tribunal Supremo. Los brasileños de BTG Pactual, que bastante problemas tienen con la justicia en su país, llegaron a un rápido acuerdo con Acciona para venderles sus acciones a ATLL Concesionaria de la Generalitat de Cataluña SA.
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