El primer director general de la televisión catalana, Alfons Quintà, nombrado en 1983 por Jordi Pujol. En un artículo publicado en el Diari de Girona, este periodista denuncia la manipulación política que, en su opinión, se ha producido a raíz de la muerte de su amiga Muriel Casals, que, recuerda, fue miembro del consejo de administración de la Corporación Catalana de RTV en representación del PSUC. Al hablar de TV3, Alfons Quintà afirma: «Ahora siento vergüenza por haber tenido que ver con aquella televisión».
Alfons Quintà era el corresponsal del diario El País, desde donde destapó los problemas financieros del grupo Banca Catalana, justo antes de que estallara. Por eso, sorprendió mucho su fichaje por Jordi Pujol como primer director general de TV3. Esta decisión se interpretó como una operación para «comprar» el silencio de este periodista «enemigo». Después de abandonar TV3, Alfons Quintà reincidió, asumiendo la dirección del diario El Observador, impulsado por Lluís Prenafeta.
