Cornadó admite pagos al Junior para que mediase con empresas

Declaran como imputados el presidente de Copisa y Carles Vilarrubí
Josep Cornadó
Josep Cornadó

Los empresarios Carles Vilarrubí y Josep Cornadó, dos de las figuras públicas más relevantes desde los años de la Catalunya pujolista hasta la actualidad, han declarado este lunes como imputados en la Audiencia Nacional en el caso sobre Jordi Pujol Ferrusola.

Cornadó, principal accionista de la constructora Copisa, una de las más contratadas por la Generalidad de Catalunya y de las más cercanas a los Pujol y Convergencia, se ha mostrado sorprendido porque personas que representaban a mercantiles que han negociado con Copisa hayan negado en sede judicial conocer al primogénito del expresidente Pujol. «Collons, en cuanto pisan un juzgado ya nadie conoce a Jordi Pujol», ha declarado.

Sobre los 3,2 millones de euros que los investigadores sospechan que Jordi Pujol junior recibió de Copisa como comisiones a cambio de facilitar contratos de obra pública, fuentes jurídicas citadas por EFE indican que Cornadó ha declarado que los trabajos del Junior eran de intermediación y no de asesoramiento, que no constaban en ningún escrito, sino que eran «acuerdos entre caballeros», y que le pagaban entre el 1% y el 3% del contrato que tenía que conseguir con otras empresas.

El encargado de gestionar los contratos no verbales con Jordi Pujol jr. era, según Cornadó, Xavier Tauler, ex consejero delegado de Copisa, también señalado en los casos del Junior y del 3%. Cornadó dice que culminaron una docena de operaciones, de un total de aproximadamente 30 que dice que les planteó Jordi Pujol jr.

Carles Vilarrubí
En cuanto a Carles Vilarrubí, vicepresidente de la banca de inversiones Rotschild en España y del FC Barcelona, los investigadores señalan que Jordi Pujol Ferrusola traspasó 403.000 euros desde cuentas andorranos a la sociedad Restaurants de Cerdanya entre los años 1994 y 2000.

El pasado 27 de octubre, en el marco de la operación Hades, la UDEF registró el domicilio de Vilarrubí, quien negó haber sido «administrador, apoderado ni representante legal» de aquella sociedad y dice ignorar la existencia de cuentas en Andorra a su nombre. Concluía, en el comunicado que publicó, que se había tratado de un error y que él sólo había participado como financiador del restaurante. Según los investigadores, sin embargo, Vilarrubí figuraba como vicepresidente de la sociedad investigada.

Este lunes, ante el juez instructor José de la Mata y los fiscales, Vilarrubí ha explicado que, en 1993, el chef Josep María Bosch le pidió a él y a otros clientes que entraran en el accionariado de Restaurants de Cerdanya, sociedad que gestiona el restaurante de lujo Torre del Remei, en una época de dificultad económica. Vilarrubí asegura que invirtió 18.000 euros y que, en 2010, Bosch recompró las participaciones por el mismo importe. Asimismo dijo que no sabe nada de otros movimientos de dinero, como los pagos a Jordi Pujol Ferrusola.

 

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