Los trabajadores de Catalunya Banc han salido dos veces a la calle para protestar contra el Expediente de Regulación de Ocupación que plantea su nuevo propietario, el BBVA, que pretende despedir a 2.000 empleados de una plantilla de 4.500. Ante la sede que el banco tiene en el Paseo de Gràcia de Barcelona ya se han concentrado dos veces para presionar a la entidad para que rebaje el número de bajas.
La última concentración, el 7 de julio, reunió a un millar de trabajadores, todos vestidos de negro. Un color que no ayuda a soportar el calor de estos días. «Cuando se negoció el segundo ERO a final de 2013 y decidimos organizarnos para las protestas no quedaba ninguno otro color libre«, responde el presidente del SEC, sindicato mayoritario en la antigua caja catalana, Jordi Campins.
«Hicimos un estudio de mercado, y el verde lo tenían quienes protestaban contra los recortes en la Educación, el blanco para la Sanidad, el morado para reivindicar el feminismo… ¡estaban todos cogidos! A alguien se le ocurrió el negro, que lo tiene todo el mundo, y decidimos que este sería el color de la ropa que llevaríamos durante las protestas», explica el sindicalista.