El informe de la Cruz Roja El acceso de la infancia a la alimentación saludable, elaborado a partir de encuestas telefónicas a 1001 familias con hijos que se benefician de programas contra la pobreza en Catalunya, expone una conclusión alarmante: el 91,8% de esas familias sufre algún tipo de inseguridad alimentaria.
El concepto de inseguridad alimentaria, relata Cruz Roja, sólo se había empleado en nuestro entorno relacionado a la salubridad de los alimentos, pero ahora lo interpreta referido a la garantía de acceso a alimentos «suficientes, agradables, nutritivos y saludables» para satisfacer las necesidades de cada persona.
Esta inseguridad es, según este trabajo, leve en un 29,5% de los casos, moderada en un 40,7% y severa en un 21,7% de las familias encuestadas. Sólo un 8,2% de estas familias disfrutaban de seguridad alimentaria.
Entre los núcleos familiares que se alimentan principalmente con productos facilitados por entidades o gracias a otras personas, la inseguridad alimentaria es un 10% superior a la de las familias que no dependen de otros para adquirir los alimentos que necesitan.
Este problema alimentario está vinculado al nivel de ingresos: afecta gravemente al 25% de los hogares que no ganan nada. Más de la mitad de las familias encuestadas ingresan menos de 500 euros cada mes y un 12% no tiene ingresos. Además, un 32% destina menos de 200 euros a alimentación y en un 16% de los casos, los niños no desayunan.
El 60,6% no tienen una dieta óptima, el 54,4% sigue una mejorable y en el caso de un 6,2% de las familias, su dieta es de muy baja calidad, revela Cruz Roja.
