La intervención de la filial española de la Banca Privada de Andorra (BPA), Banco Madrid, por parte del Banco de España, ha desembocado este lunes en un escenario extremo: la liquidación de la entidad por vía urgente. La medida adoptada por los administradores designados por el organismo estatal regulador del sector bancario comporta la solicitud de un concurso de acreedores y la imposición de un corralito, que impedirá a los clientes de Banco Madrid retirar sus depósitos.
Según fuentes citadas por El Confidencial, la decisión se toma como reacción a la importante retirada de fondos efectuada por los clientes a raíz de la divulgación de la denuncia de las autoridades de los EE.UU., que atribuyen a la BPA una participación activa en el blanqueo de dinero procedente de actividades de organizaciones criminales, entre ellas la mafia rusa. La misma información apunta que se habría descartado la opción de vender la entidad, maniobra que pretenden llevar a cabo las autoridades andorranas con la BPA.
El regulador español, así pues, toma las medidas más contundentes en cuanto a este caso hasta el momento. En un comunicado, las justifica con la necesidad de «asegurar un igual trato a los depositantes de la entidad y al resto de sus acreedores» y argumenta que la situación financiera de Banco Madrid había empeorado hasta el punto de haberse visto afectada su capacidad para cumplir puntualmente con sus obligaciones.
Las acusaciones de blanqueo provenientes de los EE.UU. han conseguido aquello que no consiguieron la crisis económica y los problemas de bancos y cajas: que una entidad sea liquidada en vez de ser rescatada con dinero público o absorbida por otra.
