El 2014 de la familia Sumarroca, cercana a la órbita convergente, quedó marcado por la imputación de Carles Sumarroca Coixet y su hijo Carles Sumarroca Claverol en el caso de Jordi Pujol Ferrusola. 2015 ha empezado para ellos con una fuerte sacudida empresarial: los Miarnau les han arrebatado su poder en la cúpula de la constructora Comsa Emte.
La principal consecuencia de esta derrota ha sido la pérdida de la vicepresidencia por parte de Carles Sumarroca júnior a raíz de una reestructuración que simplifica el organigrama de la compañía y otorga los cargos directivos a los Miarnau.
Al margen de la existencia de discrepancias entre las dos familias sobre como pilotar el holding en el futuro, el perjuicio que los vínculos de los Sumarroca con el escándalo de Jordi Pujol Jr. produce a la reputación de la firma ha sido determinante para acelerar los cambios, publica Economía Digital, algo que niegan desde el grupo constructor.
Los Sumarroca continúan controlando un 30% de Comsa Emte, mientras que los Miarnau totalizan el 70%. De los Sumarroca, sólo Albert Sumarroca Claverol resiste como miembro del Consejo de Comsa Emte.
