El incidente que ha protagonizado este jueves la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, con agentes de movilidad está trayendo cola. Y no sólo en las tertulias de la televisión y la radio, en Twitter -donde rápidamente se convirtió en trending topic-, en Facebook y en otras plataformas sociales de la red (que también). La reacción de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, calcada a la de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, pone de manifiesto, una vez más, las distancias que hay entre un importante sector del Partido Popular de Mariano Rajoy y la díscola expresidenta madrileña.
Ni Botella ni Sáenz de Santamaría se han esforazado en arropar a la líder de los populares madrileños. Por el contrario, han recordado que «la ley es igual para todos» y Botella, en particular, ha añadido que la declaración de los agentes sobre la infracción de Aguirre «tiene presunción de veracidad«, y que se seguirá el procedimiento legalmente establecido.
En primer plano mediático
Esperanza Aguirre, eso sí, ha recibido comentarios más amables de parte de destacados exponentes de la derecha mediática española, como Pedro J. Ramírez y, sobre todo, Cristina López Schlichting y Edurne Uriarte. Mucho menos edulcorada ha sido la intervención de Aguirre en Las mañanas de Cuatro, llena de reproches e interrupciones.
