La comparecencia del president de la Generalitat y líder de CDC, Artur Mas, en el Parlament de Catalunya ha dejado muchos interrogantes y muchas respuestas en el aire sobre el caso Palau y la presunta financiación irregular de Convergència, tal como apunta el juez instructor Josep Maria Pijuan en sus conclusiones.
Todos los partidos de la oposición le han pedido que asuma responsabilidades políticas si el juicio que se tiene que celebrar sobre el caso Palau demuestra todos los indicios que apunta el juez sobre la financiación irregular de CDC a través de comisiones pagadas por Ferrovial para adjudicarse obra pública, pasando por el Palau de la Música primero para no levantar sospecha. Una petición de dimisión que Artur Mas ha rechazado afirmando que «no abandonará» la presidencia de la Generalitat, y ha retado a la oposición a presentar una moción de censura si le quieren echar.
El poder de los tesoreros de CDC
El presidente de CDC ha defendido el trabajo de los extesoreros del partido -el fallecido Carles Torrent y Daniel Osàcar, imputado en el caso-, afirmando que se fía «al 100%» de las personas que llevaban las finanzas de Convergència, porque «los conozco», ha añadido. Artur Mas, ha dicho que Osàcar y Torrente tenían «todos los poderes» para dirigir las finanzas y ha señalado irónicamente que podían «vender el partido si querían», por las funciones separadas que hay de la tesorería respecto la dirección del partido.
Mas ha insistido que considera un «acierto» la separación de la dirección política del partido respecto de las finanzas, recordando que es una medida que se aplicó desde mitades de los 90 por parte de CDC, antes de que él fuera nombrado secretario general de la formación. En este sentido, ha negado que ni él ni nadie del partido interviniera en las finanzas. Una afirmación que ha sido replicada por diputados de la oposición como Quim Arrufat de la CUP apuntando que entonces «algunos compañeros del partido le han hecho el juego».
Las relaciones con Fèlix Millet
Una de las numerosas preguntas que hay sobre la mesa en este caso es la relación que tenía CDC con Fèlix Millet y el Palau de la Música. Unas cuestiones que no han quedado resueltas del todo. El president de la Generalitat ha admitido que se reunió varias veces con Fèlix Millet cuando era presidente del Palau de la Música. Concretamente, ha apuntado que se reunió con Millet en Menorca y se ha limitado a decir que en ningún momento hablaron de las finanzas de CDC «porque sabía que no había nada de que hablar».
Mas también ha defendido que tuvieran contactos con Millet en aquellos tiempos, y ha detallado que en los encuentros mantenidos hacían caso de las peticiones del expresidente del Palau de la Música para presentar enmiendas en el Congreso de los Diputados con el objetivo de recibir más subvenciones públicas para el Palau. En este punto ha cargado contra el resto de grupos políticos diciendo que «había competencia entre los partidos para ver quién presentaba primero las enmiendas».
¿Devolverá el dinero?
El juez del caso Palau, Josep Maria Pijuan, ha cifrado en 5,1 millones de euros el valor de las comisiones cobradas por CDC de la empresa constructora Ferrovial, a cambio de concesión de obra pública. La mayoría de los diputados de la oposición que han intervenido han recordado que Convergència tiene la sede embargada por una fianza de 3,2 millones. Ante estos datos apuntados en la comisión, Mas ha afirmado que devolverán «hasta el último céntimo» si se demuestra la financiación irregular» de su partido.
En esta línea también ha tenido que responder sobre el dinero que recibió la Fundación Trias Fargas -ahora Fundación CatDem– por unos convenios culturales establecidos con el Palau de la Música, unos convenios que ha tildado de «legales» y que supusieron un ingreso total de 630.000 euros para la fundación convergente. El líder de CDC ha dicho que este dinero se está devolviendo a través de ocho anualidades, asegurando que ya se ha pagado la mitad de esta cantidad al Palau de la Música.
