Un Gobierno sin recursos difícilmente puede acordar con los grupos el impulso de medidas concretas que necesiten dinero para mejorar las condiciones de los estudiantes y su acceso al mundo laboral. Por eso, la única propuesta que ha trascendido del pleno monográfico sobre juventud, celebrado este miércoles en el Parlament, ha sido el reclamo que ha hecho el presidente Mas de los 300 millones de euros para Catalunya de la partida que la Unión Europea ha destinado en España para combatir el paro juvenil.
«Nos ha gustado que se empiece a hablar de las ayudas que la UE tiene que dar en Catalunya porque es una propuesta que llevamos trabajando desde hace tiempo», ha empezado el presidente del Consejo Nacional de la Juventud de Catalunya, Sergi Contreras. Pero el discurso que ha hecho el joven a mediodía, cuando se había celebrado la mitad del Pleno, ha virado hacia el pesimismo a medida que avanzaba la valoración.
«Nos ha faltado concreción de cómo se tiene que desplegar el plan de actuación del gobierno. No se ha concretado suficiente, ni cómo se enfocarán el recursos ni los programas del Servicio de Ocupación de Catalunya», ha dicho Contreras, que ha seguido el Pleno desde la tribuna de invitados del Parlament.
Desde el Consejo, que ha hecho llegar una batería de propuestas a la Mesa, piden que las medidas que se tomen no sirvan para aumentar la precariedad de los jóvenes trabajadores ni para implantar más trabajo a tiempo parcial, que «ya existe en Catalunya y los mini Jobs no son la solución«.
El diputado de la CUP, Quim Arrufat, ha considerado «una burla» por «insignificante» la cantidad proveniente de la UE que Mas ha reclamado en Madrid. Y ha hecho la analogía con los 185.000 millones de rescate a la banca «que no han servido para reactivar nada sino para tapar vergüenzas, conceder jubilaciones de oro y dar golpecitos en la espalda a los presidentes de los bancos y cajas que han pasado por el Parlament».
El president Mas ha recordado, para contextualizar la situación, que en tres años, del 2008 al 2010, unos 100.000 jóvenes se incorporaron al paro. Un porcentaje que se incrementó en los dos años posteriores, 37.000 personas del 2011 al 2012. Cifras que permiten entender, según el dirigente, que antes de que estallara la crisis ya se había gestionado mal el salto de los jóvenes al mundo laboral.
En el último turno de intervenciones algunas propuestas han empezado a coger cuerpo, como la legislación para favorecer el regreso de los jóvenes que han marchado al extranjero o el uso del SAREB (banco malo) para redistribuir las viviendas a precios asequibles entre la juventud. Pero el resultado de la larga jornada de debate de este miércoles se conocerá a última hora del día o a primera de mañana, cuando los grupos pacten las resoluciones y estas sean aprobadas en la Cámara, el jueves a mediodía.
