Carles Puigdemont es el candidatoperfecto para los defensores de la implantación de las criptomonedas en las elecciones al Parlament de Catalunya del próximo 12 de mayo. Horas antes de proclamar la independencia de Catalunya, en octubre del 2017, se reunió con dos emisarios rusos –Nikolai Sadovnikov y Sergei Motin– que le ofrecieron el apoyo del Kremlin a la independencia de Catalunya a cambio de convertir esta comunidad en un paraíso de las criptomonedas. Estos emisarios rusos mantuvieron varias reuniones con dirigentes del partido de Puigdemont y de su gobierno en las que plantearon su ofrecimiento. Elsa Artadi, entonces consejera de Presidencia y portavoz del gobierno catalán, reconoció ante el juez que habían tratado esta cuestión en una reunión en la que participó en representación de Puigdemont.
El interés por las criptomonedas del ahora candidato de JuntsxCat a la presidencia de la Generalitat viene de lejos. Le ha asesorado en este terreno Jordi Baylina, un ingeniero experto en tecnologías telemáticas, con quien se ha reunido en varias ocasiones en Bruselas desde que se instaló después de huir de Cataluña. Baylina le convenció para que se creara una cartera pública con la criptomoneda ethereum. Esta criptomoneda fue ideada por el programador informático Vitaly Buterin, nacido en Rusia y que se formó en la Universidad de Waterloo. Se trata del Waterloo canadiense no el belga donde ha vivido Puigdemont en los últimos seis años y medio.
Desde diciembre de 2021, Puigdemont usa la etiqueta “krls.eth” en su perfil primero en Twitter y ahora en X. Cuando se creó la cartera pública en esta criptomoneda lo justificó así: “Desde hace un tiempo, gracias a la ayuda inestimable de verdaderos expertos, valoro la potencialidad transformadora que la tecnología tiene sobre la gobernanza, la organización política y las ideologías. No como tecnólogo, que no soy, sino como responsable político”. El recurso a las criptomonedas permite ocultar de dónde procede el dinero que se recibe en la cartera. Los investigadores de las operaciones económicas realizadas por Puigdemont desde que se marchó de España han detectado que se le han realizado pagos con ethereum a través del protocolo Tornado Cash. Los cofundadores de este protocolo, entre ellos el ciudadano ruso Roman Semenov, están siendo juzgados en Estados Unidos por incurrir en blanqueo de capitales en los movimientos realizados con ethereum.
Esta criptomoneda también está causando un revuelo notable en el Congreso de Estados Unidos, donde 48 legisladores han escrito una carta a Gary Gensler, el presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) pidiendo aclaraciones sobre su fiabilidad y función dentro del sector financiero del país.
El digital El Confidencial publicó, por otra parte, que el 27 de junio de 2019, Puigdemont y el jefe de su oficina, Josep Lluís Alay, se reunieron en Ginebra con Yuri Emelin, un ruso afincado en Suiza, experto en la gestión de patrimonios y en el uso de criptomonedas.
La trama rusa del ‘procés’ y el recurso a las criptomonedas para ocultar la procedencia del dinero que mueve Puigdemont desde el extranjero lastran el currículum del candidato que JuntsxCat pretende que vuelva a presidir el país que abandonó en octubre de 2017 tras declarar su independencia.
