Los dos vecinos del edificio El Barco de Esplugues de Llobregat que seguían viviendo allí, desde que el lunes el ayuntamiento ordenó su desalojo por estado ruinoso, se han marchado este jueves.
En las 38 viviendas que tiene la finca vivían más de 100 personas, la mayoría de las cuales se marcharon durante primeras 24 horas posteriores a la declaración del estado de ruina. Este miércoles quedaban cuatro, que se resistían a dejar los pisos, pero dos aceptaron marcharse por la noche y este jueves al mediodía lo ha hecho el resto.
La jueza había autorizado este miércoles desalojar el edificio con intervención policial, si era necesario, ante el «riesgo incierto» que presenta la finca. Con el edificio ya vacío, el Ayuntamiento de Esplugues ha instalado seis cámaras de vigilancia con sensores de movimiento y detectores de calor, que controlará la policía local.
La pasada noche ya no ha dormido ninguno de los afectados en el albergue del CUESB, en el Poble Nou de Barcelona, que había sido el punto habilitado el lunes como emergencia. Del conjunto de familias desalojadas, tres fueron reubicadas en pisos de alquiler social -asumido por el ayuntamiento-, mientras el resto duermen en hoteles, apartahoteles o domicilios de la red familiar.
El Ayuntamiento de Esplugues ha anunciado que los trabajos de apuntalamiento de El Barco empezarán después de Semana Santa. Está previsto que se alarguen entre diez y quince días, y será entonces cuando los vecinos puedan retirar sus posesiones.
