El Nasdaq quiere liquidar la Spac que iba a darle vida a Barça Media

Le ha concedido una prórroga final hasta noviembre para que Mountain & Co pueda rehacer su cartera de inversores, muchos de los cuales se han dado a la fuga ante la falta de seriedad y el incumplimiento de Laporta en la venta de Barça Studios

Joan Laporta

El proyecto de salida a bolsa de Barça Media, que debió haberse materializado a finales del año pasado con una capitalización de 915 millones según las previsiones de la junta de Joan Laporta, acaba de eludir su final definitivo por los pelos. El regulador, el Nasdaq de Nueva York, el parque tecnológico dónde se le esperaba para convertirse en la “madre de todas las palancas” como había visualizado el siempre desorientado Xavier Sala Martin, le ha concedido una última prórroga hasta el 9 de noviembre antes de proceder a la liquidación de la Spac con la que el Barça había alcanzado un acuerdo para su salida al mercado.

Ahora mismo, las probabilidades de resucitar ese ‘muerto’ son verdaderamente escasas porque su desarrollo sigue vinculado a la matriz derivada de la venta de Barça Studios, todavía pendiente de su propia capitalización para aportar a Barça Vision, la marca creada para acoger Barça Media y el resto de los negocios en el ámbito audiovisual y las nuevas tecnologías digitales.

Por más que Laporta y su equipo hayan intentado enmascarar y enredar los conceptos y la trama societaria a base de continuas transmisiones internas, pues la venta original (julio de 2022) se realizó a través de Bridgeburg Invest SL, sociedad propiedad de Barça Produccions, que su vez explotaba y comercializaba Barça Studios, los mecanismos de control y de garantía del Nasdaq detectaron rápidamente la inexistencia de una estructura financiera sólida. No se fiaron, a diferencia del propio auditor del Barça, Grant Northon, que compró entero la descuidada versión de la junta según la memoria oficial: “Con fecha 11 de agosto de 2023, los socios que la adquirieron han alcanzado un acuerdo de venta con dos nuevos socios de un 29,47% de la participación que ostentaban en dicha sociedad, por un importe de 120 millones de euros, manteniendo el resto de su participación, y por tanto no modificándose su condición de Sociedad asociada. Asimismo, derivado de la venta, la sociedad dependiente Barça Produccions, S.L. ha cobrado durante el mes de agosto de 2023 un importe de 20 millones de euros, registrado a 30 de junio de 2023 en el epígrafe de cuentas a cobrar por la venta de participaciones. Después del acuerdo de modificación del vencimiento del calendario de facturación entre el Club y uno de los nuevos socios, a los efectos que este pudiera hacer frente a sus obligaciones, se espera que, durante el último trimestre de 2023, este hará efectivo el pago del importe restante de 40 millones de euros. En este sentido, a la fecha de formulación de las presentes cuentas anuales consolidadas, este se encuentra negociando con varios inversores diferentes opciones para obtener la financiación necesaria, para que, junto con la ampliación de capital realizada por importe de 20 millones de euros, que se encuentra pendiente de ser inscrita por parte del nuevo socio, asumir las obligaciones contraídas con la sociedad. De acuerdo con las mismas, así como con la tipología de la sociedad compradora y las garantías aportadas por este socio al Club, no se han considerado dudas sobre su recuperabilidad, así como del valor razonable”.

Como se observa, ni una alusión a los compradores reales, Libero y Nipa Capital que, por el contrario, sí eran mencionados en el comunicado oficial de 11 de agosto de 2023, casi triunfal sobre la reventa de Barça Studios tras un primer intento fallido el año anterior.

Cuanto menos, el fracaso envuelto en mentiras de la primera transacción, que no comprometía a Orphes Media y Socios.com a pagar los 60 millones del primer plazo, ni tampoco el resto como aseguró Laporta a los socios en la asamblea, debería haber llamado la atención de Gran Northon a la hora de admitir como promesa un concept tan vago como que los futuros inversores -innombrables porque en realidad no firmaron un acuerdo firme- seguían buscando financiación. No sólo eso, Gran Northon admitió, además, el ingreso contable del valor del 51% de la compañía, 208 millones, para compensar pérdidas ordinarias de calado al final del ejercicio 2002-23, un castillo de naipes financiero que se derrumbó el 31 enero pasado cuando la propia junta admitió que no habían llegado los 40 millones de Libero.

El Nasdaq leyó correctamente las señales, vio la alarma y olió a kilómetros el peligro de dejar en manos de alguien como Laporta una operación de tantos millones y con un trasfondo mediático destacado. Aunque el truco de intentar tapar la deficiencia del propio negocio con la deslumbrante noticia de su inminente salida a bolsa sirvió para engañar a la prensa doméstica, catalana y española, el capital, los expertos, mucho menos los servicios de Compliance de los inversores se tragaron ese anzuelo.

Mountain & Co se vio obligado a abortar e informar a sus inversores de la incidencia y del grado real de incertidumbre, lo que se tradujo en una fuga y la decisión del regulador de darle de plazo hasta el pasado 9 de marzo para reiniciar la salida a bolsa de la Spac, ya como Barça Visión, etiqueta que agrupa Barça Media y el resto de la propiedad audiovisual del FC Barcelona.

Una Spac viene a ser un contenedor vacío registrado en el Nasdaq que, previamente, ha acreditado el capital necesario de una serie inversores comprometidos con el proyecto que finalmente elija su promotor, en este caso la compañía Mountain & Co con sede mercantil de Islas Caimán, un paraíso fiscal como es sabido. Cuando el Barça y Mountain & Co apretaron precipitadamente el botón de arranque pareció que sólo era cuestión de semanas convertir Barça Media en una vía de ingresos imparable, el bombazo del año en el Nasdaq, convirtiendo el FC Barcelona en el primer club del mundo capaz de monetizar su área audiovisual y el ‘prometedor’ negocio de los NFT, la web 3.0 y el metaverso en una operación bursátil audaz y brillante. Laporta vendió al mundo otro de esos relatos que a la hora de la verdad no se ha materializado porque en el atractivo y la presunta consistencia de Barça Media eran solamente humo y parafernalia mediática.

Ahora el Nasdaq le ha dado un ultimátum más serio aún, limitando al 9 de noviembre el plazo para rehacer su cartera de inversores antes de proceder a la liquidación de la sociedad. Según algunos medios especializados, la situación vivida a raíz del descontrol y mala imagen ofrecida por la gestión de Laporta, los inversores han precipitado su marcha y han rescatado su aportación excepto aquellos que, por la normativa y especial diseño de las Spac, no tienen derecho a recuperarla. Algunas de ellas, como Utz Claassen, expropietario del RCD Mallorca, no han tenido otro remedio que engordar su volumen a base de canjear deuda por acciones.

No se conocen, al menos por ahora, si existen penalizaciones contra el Barça por haber intentado una jugada en bolsa sin haber capitalizado el ciento por ciento de la sociedad que debía darle vida a la Spac de Mountain & Co, ahora en serio riesgo de desaparición y de pasar a la historia por haber protagonizado un ridículo financiero y reputacional sin precedentes.

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