El exministro José Luis Ábalos asegura que de momento no piensa dimitir, ya que el caso de comisiones irregulares en la compra de mascarillas durante la pandemia desde el Ministerio de Transportes no está dirigido contra él sino contra un exasesor. Además, dice que no quiere «hacer un tributo a la derecha». No obstante, en una entrevista en ‘El País’, se ha mostrado «a disposición» de su partido, pero pide hablarlo con calma, a pesar de las insinuaciones de la vicepresidenta María Jesús Montero. Sin embargo, dice que no ha hablado ni hablará con el presidente del Gobierno de España y líder del partido, Pedro Sánchez: «Sé cómo piensa, qué espera y sabe que soy leal». Ábalos dice que la acusación en su contra por ahora es «política y mediática, no judicial».
Sobre su posible dimisión, asegura que aún no ha decidido y dice que a pesar de las insinuaciones de la vicepresidenta María Jesús Montero, nadie del PSOE le ha pedido «convenientemente» la dimisión. «Todo lo contrario», recalca. «Siempre estoy a disposición de mi partido, pero no haré un tributo a la derecha», añade.
En este sentido, dice que él se defenderá de las acusaciones judiciales, si llegan, «no de las campañas de la derecha». «No tengo ningún apego, pero hay que pensar si esto –su dimisión– sirve para algo o para allanar el camino a la campaña de la derecha, que no se detendrá solo en mí».
Así, quiere esperar a que se desvelen los detalles de la investigación judicial, ya que él no figura como investigado en la querella de la fiscalía. «Si el sacrificio sirve para que se aclare todo y se depuren responsabilidades, cuentan con mi colaboración, pero no porque la derecha se cobre una pieza que, además, en estos momentos no es importante», añade. «Se debe ser inteligente en la acción política, conocer las estrategias que practican algunos, se debe tener claro si se está beneficiando a la estrategia del adversario», remarca. «Siempre estoy a disposición de mi partido, he sido leal; lo pensaré con mi partido y no tomaré una decisión solo», añade.
Ábalos asume la responsabilidad de contratar a García, pero dice que «siempre puede haber alguien que abuse de la confianza», como dice que pasó en los gobiernos de Aznar y Esperanza Aguirre. No obstante, recuerda que él no está acusado de nada y cree que es su exasesor Koldo García quien debe defenderse de las acusaciones directas de cobrar comisiones irregulares. «Lo que he leído me ha decepcionado profundamente», explica, y no pone la mano en el fuego por su antiguo ayudante. «Es verdad que mucha gente me decía cosas de Koldo, pero soy una persona confiada, doy oportunidades a la gente», se justifica.
